Asturias garantizará por decreto una espera máxima de 60 días para mamografías, resonancias, ecografías, colonoscopias y tacs

0

Las intervenciones de cirugía cardiaca y cataratas, las histerectomías y la implantación de prótesis de cadera y rodilla deberán llevarse a cabo en un plazo tope de 180 días. El Servicio de Salud se compromete a facilitar en dos meses la primera consulta externa para diez especialidades.

El Gobierno de Asturias ultima un decreto de garantías en el acceso a la atención sanitaria que fija dos plazos máximos: dos meses para las pruebas o procedimientos terapéuticos con mayor impacto en la salud de los pacientes y seis meses para varias intervenciones quirúrgicas. En concreto, las colonoscopias, mamografías, ecografías, tomografías axiales computarizadas (tacs) y las resonancias magnéticas deberán hacerse en un plazo tope de dos meses. Por su parte, las intervenciones de cirugía cardiaca (valvular y coronaria), las operaciones de cataratas, las histerectomías y la implantación de prótesis de cadera y rodilla tendrán que llevarse a cabo, como mucho, en 180 días.

Transcurrido ese plazo, el paciente podrá ser atendido, previa autorización del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), en cualquier otro centro sanitario (público o privado) y la sanidad pública asumirá los gastos en las condiciones que se determinen. Se establece, además, una salvedad: que en la prestación de la asistencia fuera del servicio público de salud no participen profesionales del Sespa.

En relación con las consultas de especialidades, se adoptarán las medidas organizativas oportunas para garantizar el acceso de los pacientes a una primera cita en un plazo de dos meses para otorrinolaringología, ginecología, urología, oftalmología, traumatología, dermatología, neurología, cirugía general, digestivo y cardiología.

En estos casos no se establecen garantías fuera de la sanidad pública, dado que las pruebas y técnicas previas al diagnóstico deberán hacerse en el sistema público y, en todo caso, siempre tendrán que ser solicitadas por un profesional del Sespa. Esta decisión pretende limitar las derivaciones a la sanidad privada a aquellas imprescindibles para dar un servicio de calidad a los pacientes.

Además, para asegurar esos dos meses de plazo máximo, el Sespa dará prioridad a las primeras consultas, las que permiten clasificar la urgencia e importancia de la enfermedad; ofrecerá una respuesta en red desde el sistema público y planificará con seis meses de antelación las agendas desde el Servicio de Atención al Ciudadano.

Por otro lado, con el propósito de garantizar la calidad en la respuesta, la transparencia del procedimiento y los derechos de la ciudadanía, el Servicio de Salud creará un registro de pacientes en espera y expedirá certificados de inclusión en este registro, sobre el que se informará a las personas interesadas de forma individualizada y confidencial.