Liberan a una niña explotada sexualmente a la que iban a vender por 2.000 euros

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La niña padece una grave enfermedad de transmisión sexual a consecuencia de las relaciones sexuales a las que fue obligada a mantener.

La Policía Nacional ha liberado a una menor que era explotada sexualmente en la provincia de Toledo por parte de un grupo de ciudadanos rumanos. Se ha detenido a cuatro miembros de una familia como autores de delitos relativos a la prostitución, y a uno de ellos además por agredirla sexualmente en repetidas ocasiones.

La joven padece una grave enfermedad de transmisión sexual a consecuencia de las relaciones sexuales a las que fue obligada a mantener. Para anular su voluntad recibía todo tipo de amenazas y golpes e incluso era obligada a consumir estupefacientes. En una ocasión la intentaron vender por 2.000 euros pero no cerraron el acuerdo con el comprador por discrepancias en el precio.

Una denuncia de la propia menor inició la investigación. La adolescente contó que había sido captada en Rumanía, mediante una falsa oferta de trabajo en España y aprovechándose de su precaria situación económica y familiar.

La víctima otorgó a los miembros del clan un poder notarial que firmó bajo la convicción de que su hija trabajaría en labores agrícolas y domésticas para una familia española, ello a pesar de conocer que otros miembros del mismo clan habían secuestrado y violado a su hija años atrás en Rumanía.

Una vez en España la menor fue alojada en una casa donde le retiraron toda la documentación personal y le explicaron que a partir de ese momento sus obligaciones consistirían en ser la mujer de uno de los miembros del clan, el cual la agredió sexualmente en reiteradas ocasiones.

Este sujeto y otros miembros del grupo familiar, ofrecían sus servicios sexuales a los clientes en un bar de una población de Toledo, obligándola a complacerlos bajo todo tipo de amenazas y golpes, llegando incluso a drogarla para que no pusiera ningún tipo de impedimento a mantener los contactos sexuales.

Cuando la menor fue liberada por la Policía, se le realizaron diversas pruebas médicas que confirmaron que había contraído una grave enfermedad de transmisión sexual como consecuencia de la explotación sufrida.