El cráter Gale en Marte que contuvo una laguna, podría aclaran si el planeta albergó vida

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La NASA ha publicado en la revista Science las primeras conclusiones sobre el descubrimiento que el Curiosity hizo en el planeta rojo y que pusieron de manifiesto la existencia de un cráter que en algún momento albergó un lago con aguas superficiales que tenían las condiciones óptimas para la existencia de vida.

La NASA calcula que esta zona del planeta rojo reunió hace entre 3.800 y 3.100 millones de años las condiciones físicas, químicas y energéticas imprescindibles para la habitabilidad. Las conclusiones de este estudio se han establecido a partir de datos del rover Curiosity, que amartizó en 2012 en el cráter Gale de Marte con el objetivo de determinar si el planeta rojo tuvo en el pasado condiciones ambientales favorables para la vida microbiana.

El cráter tiene un diámetro de 150 metros y se cree que su extensión podría haber sido incluso mayor.

Los investigadores utilizaron datos del Curiosity para realizar una reconstrucción geológica del entorno del cráter Gale y confirman ahora la presencia de este lago antiguo en Marte, del que se cree que su máxima extensión podría haber ocupado todo el cráter, excepto el monte central que formaría una isla.

De este lago ya se había hablado en anteriores estudios científicos. Desde entonces se han ido publicando trabajos en distintas revistas pero este nuevo de Science ofrece un análisis más profundo. Confirma que existió un lago, pero señala que es un lago estratificado, con una discontinuidad química entre las aguas superficiales, más ricas en oxidantes, y las más profundas, pobres en ellos.

El cráter se formó hace unos 3.800 millones de años y, por tanto, no se dispone de datos de ese entorno de épocas anteriores. No obstante, «es muy posible que otros lugares en Marte fueran habitables para organismos mesófilos desde antes de esos 3.800 millones de años, tal y como lo era la Tierra en ese mismo período». Eso se cree por datos de otro rover, el Opportunity, también de la NASA, que ha constatado que la zona de Meridiani reunía las condiciones necesarias para organismos mesófilos hace 4.000 millones de años, aunque también ha demostrado que tuvo un ambiente ácido algún tiempo después -contemporáneo al período del lago de Gale-.

El estudio publicado asegura que se puede concluir que Marte tuvo entornos potencialmente habitables para organismos acidófilos en Meridiani, contemporáneos a los mesófilos de Gale, y posiblemente también tuviera ecosistemas aptos para organismos halófilos (que viven en ambientes alcalinos o de alto pH) y psicrófilos (organismos adaptados a vivir en ambientes con bajas temperaturas) algún tiempo más tarde.