La técnica Kamishibai es una buena práctica de PRL para el control del uso de los EPI

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Hutchinson Palamós, empresa del sector auxiliar del automóvil, aplicó la técnica japonesa del Kamishibai para el control del uso de los Equipos de Protección Individual (EPI), como buena práctica preventiva para la mejora de riesgos que no hayan podido evitarse, eliminarse o limitarse mediante medidas de protección colectiva o por diferentes procesos de organización del trabajo.

La responsabilidad del uso de los EPI corresponde al empresario y al trabajador. El primero debe conocer los riesgos existentes y evaluarlos, y a partir de aquí proporcionar a los trabajadores las protecciones que mejor se adapten a los riesgos inherentes del puesto de trabajo. En segundo lugar, el empresario debe velar para que los trabajadores utilicen dichas protecciones correctamente. Los trabajadores deben hacer un uso correcto de los EPI y mantenerlos en buen estado.

En distintos procesos de la empresa se contemplan riesgos residuales o que no han podido eliminarse y por lo tanto se requiere la utilización de distintos tipos de EPI. Los más habituales son los guantes con distintos grados de protección (anti corte, impermeables, térmicos, etc.), las gafas de seguridad, la protección auditiva en zonas de ruido superior a los 85 dB(A) y la protección anti caída, sobre todo en el colectivo de mantenimiento.

Para concienciar a los trabajadores de la importancia y obligatoriedad del uso de los EPI se realizaron en Hutchinson distintas acciones formativas y campañas de comunicación así como auditorías mensuales de prevención en los puestos de trabajo.

A pesar de estas acciones de comunicación, formación y auditorías mensuales, se seguían contabilizado accidentes leves a causa de la falta de utilización de EPI. Para evitarlo, la empresa puso en marcha una herramienta de gestión enmarcada en el universo LEAN y utilizada en el entorno TPS (Toyota Production System): el KAMISHIBAI.

En dicho entorno, es una herramienta de gestión que proporciona una guía para realizar auditorías cortas en los procesos (seguridad, orden y limpieza, estandarización del trabajo, calidad, medio ambiente…). Funciona como complemento, no sustituye a las auditorías de puesto de trabajo.

Con la técnica Kamishibai se pretende, en primer lugar implicar a todo el personal, desde el Comité Directivo hasta el operario, de la importancia de la prevención de riesgos, concretamente en la utilización de los EPI.

En segundo lugar, se pretende controlar el uso de los EPI y dar aviso e informar a los trabajadores que no cumplan con las obligaciones o hagan un uso incorrecto de las protecciones.

Finalmente, se quiere asegurar que las fichas de seguridad de cada puesto de trabajo, donde se indican los riesgos y medidas preventivas a seguir conforme a la evaluación de riesgos del puesto, está actualizada, y especifica de manera correcta qué EPI utilizar en cada caso.

Para conocer el caso Hutchinson Palamós y el método Kamishibai, sus ventajas, requerimientos, criterios operativos, evaluación y eficacia ver PrevenBlog.