Un equipo multidisciplinar del Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa, en colaboración con el Departamento de Salud, Osakidetza y la Universidad del País Vasco, ha desarrollado y patentado una innovadora fórmula de quimioterapia que ha mostrado una eficacia notable frente a un tipo de cáncer hepático especialmente agresivo y de mal pronóstico: el colangiocarcinoma.
El trabajo, publicado recientemente en la prestigiosa revista Journal of Hepatology, abre nuevas vías terapéuticas no solo para este tumor, sino también para otros cánceres sólidos que suelen resistir a los tratamientos oncológicos tradicionales.
Una posible alternativa frente a un tumor difícil de tratar
El colangiocarcinoma engloba diferentes tumores que se originan en los conductos biliares. Aunque no es de los más frecuentes, su incidencia ha crecido en las últimas décadas en todo el mundo. Es el segundo cáncer hepático más habitual y, debido a que la mayoría de los casos se detectan en fases avanzadas, las opciones de tratamiento son escasas y, en gran parte, de carácter paliativo. Su alta resistencia a la quimioterapia es uno de los principales retos clínicos.
En este escenario, la nueva fórmula quimioterapéutica se perfila como una alternativa prometedora. Ha demostrado reducir la viabilidad de células tumorales humanas y frenar el crecimiento del cáncer en modelos animales, incluso cuando la enfermedad ya no responde a terapias convencionales. Los ensayos preclínicos, además, han confirmado su seguridad, ya que no se han detectado efectos tóxicos a dosis terapéuticas.
“Nuestros compuestos representan una nueva vía terapéutica con gran potencial en la lucha contra el cáncer. Su capacidad para superar la resistencia a los tratamientos actuales puede ser especialmente relevante para pacientes sin alternativas efectivas”, subrayan los doctores Jesús Bañales, responsable del Grupo de Enfermedades Hepáticas de Biogipuzkoa, y Fernando Cossío, catedrático de Química Orgánica de la EHU y coordinador del estudio.
Camino hacia futuros ensayos clínicos
Este hallazgo refuerza el potencial de la nueva terapia como base para avanzar hacia fases de desarrollo clínico y, en un futuro cercano, poder evaluar su eficacia directamente en pacientes.
La investigación, dirigida por la doctora en biomedicina Irene Olaizola y el doctor Jesús Bañales, junto con el profesor Fernando Cossío, ha contado con financiación del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, la Fundación Ikerbasque, el Instituto de Salud Carlos III y el CIBERehd. En el proyecto también han participado investigadores e investigadoras del Donostia International Physics Center (DIPC), la Universidad de Glasgow (Reino Unido) y la Universidad de Salamanca, entre otros centros estatales e internacionales integrados en el consorcio intra-CIBERehd.