Las tres jóvenes que denunciaron haber sufrido abusos sexuales por parte de un masajista de Donostia, cuando eran menores de 13, 14 y 15 años, han prestado declaración este lunes en una sesión a puerta cerrada. La medida ha sido adoptada por la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, que ha rechazado la suspensión del juicio solicitada por la defensa tras la ausencia de un testigo y de una perito.
A petición de las acusaciones, el tribunal ha autorizado que las tres denunciantes, ya mayores de edad, declaren sin público, aunque no ha aceptado la misma fórmula para el acusado, que testificará al final del proceso. El juicio se prolongará hasta el jueves.
La Fiscalía de Gipuzkoa reclama para el procesado un total de 45 años de prisión. Según el escrito de acusación, el hombre habría aprovechado su condición de masajista para acercarse a las adolescentes, ofreciéndoles supuestos tratamientos “para aliviar tensiones”.
Junto a las penas de cárcel, el Ministerio Público solicita medidas de alejamiento, inhabilitación y prohibición de contacto con las víctimas, así como indemnizaciones económicas: 50.000 euros para dos de ellas y 60.000 para la tercera.
Los hechos investigados se remontan a 2021. Según la acusación, el acusado contactó con las jóvenes a través de la hija de su pareja y también mediante su propio hijo. Después, mantuvo conversaciones con ellas a través de aplicaciones de mensajería y redes sociales, donde insistía en que sufrían “estrés y ansiedad” y advertía que, sin ayuda, podrían llegar a desarrollar depresión. Como solución, les proponía masajes “gratuitos” con los que, supuestamente, podía mejorar su estado.
