Seis meses después de la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Donostia, el Ayuntamiento ha presentado los primeros resultados sobre la calidad del aire. Los datos recabados en la estación de Easo, la única situada dentro del perímetro restringido, confirman un descenso del 19 % en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂) respecto a 2024 y una caída del 31 % en comparación con la media de los últimos cuatro años. Además, en lo que va de 2025 no se ha registrado ninguna superación del límite diario de 50 µg/m³, frente a los valores de años anteriores.
La medida, en vigor desde el 14 de marzo en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático y de la normativa europea, busca reducir las emisiones derivadas del tráfico en grandes municipios. Según el consistorio, la mejora detectada en Easo puede atribuirse directamente a la ZBE, ya que en otras estaciones como Ategorrieta o Avenida de Tolosa los niveles se han mantenido estables. En el caso de las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), se ha observado un ligero repunte respecto al año pasado, aunque la tendencia general sigue apuntando a la baja debido a la influencia de factores externos como el polvo sahariano o la actividad industrial.
