La Guardia Civil mantiene abiertas diligencias contra tres tripulantes de un pesquero con base en Pasaia tras un presunto motín registrado en alta mar, que obligó a desviar la embarcación hasta el puerto de Gijón. Los marineros están acusados de amenazar al capitán y, en dos de los casos, de haber agredido al armador.
El incidente se produjo el sábado, a unas 12 millas de la costa asturiana, cuando el capitán alertó de que 12 de los 16 miembros de la tripulación, de origen senegalés, se habían rebelado a bordo. Aunque una patrullera de la Guardia Civil acudió en apoyo, al llegar la situación estaba ya bajo control. El pesquero fue escoltado hasta El Musel, donde se tomaron declaraciones a tres marineros por presuntos delitos de amenazas y agresión.
