La reducción progresiva de oficinas bancarias en el entorno rural ha dejado a numerosos vecinos sin acceso directo a servicios financieros básicos, obligándoles a recorrer largos desplazamientos para poder utilizar un cajero automático. Para revertir esta situación, el Gobierno Vasco ha puesto en marcha el proyecto Berosi, una iniciativa destinada a garantizar la inclusión financiera en pueblos de Euskadi donde actualmente no existe esta posibilidad.
El plan contempla la instalación de 38 cajeros automáticos en municipios que cumplen criterios específicos: más de 300 habitantes sin oficina bancaria ni cajero, al menos ocho kilómetros hasta el más cercano o un volumen superior a 100.000 visitantes al año. En total, 31 de estos cajeros estarán operativos en un plazo de dos años, lo que permitirá dar servicio a más de 22.500 personas y cubrir al 93% de los municipios rurales vascos y al 96% de su población. La inversión asciende a 1,15 millones de euros hasta 2029, financiados íntegramente por el Ejecutivo autonómico. Con este paso, enmarcado en la Estrategia 2030, el Gobierno Vasco busca fortalecer un medio rural dinámico, innovador y con igualdad de oportunidades.