La Diputación Foral de Gipuzkoa ha celebrado la entrega de premios del XXIV Concurso de Sidra de Gipuzkoa, en el que la sidrería Izeta se ha alzado con el primer premio. El segundo puesto ha sido para la sidrería Zapiain, mientras que la sidrería Altzueta ha completado el podio con el tercer premio.
Con motivo del milenario del primer documento que recoge el nombre “Ipuskoa”, la ceremonia se ha celebrado en Albaola Itsas Etxea, un enclave simbólico elegido por la Diputación para rendir homenaje a la tradición sidrera y al patrimonio cultural guipuzcoano. Durante el acto, el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, subrayó que “pocos productos nos conectan tanto con nuestra tierra y nuestro paisaje como la sidra” y recordó su papel histórico como alimento esencial para los marineros vascos que navegaban hacia Terranova en los siglos XVI y XVII.
Arruti destacó la importancia de reconocer la labor diaria de los y las sidreras, cuya producción representa un símbolo de identidad y cultura. Además, la Diputación ha premiado la mejor sidra espumosa, elaborada por la sidrería Aburuza, y la sidra más innovadora, galardón concedido a la sidrería Itxasburu por su creación “Batekoa”, realizada con manzanas de la variedad Moko. Estas distinciones ponen en valor la capacidad del sector para mantener vivas las raíces mientras apuesta por la innovación.
El jurado de esta edición, compuesto por sumilleres y catadores de prestigio designados por la Denominación de Origen Euskal Sagardoa, realizó una cata a ciegas bajo un estricto método de evaluación. Las sidras ganadoras podrán lucir durante el próximo año un sello acreditativo que certifica su clasificación de oro y plata.
En el marco del aniversario del milenario, la Diputación aprovechó la ocasión para rendir homenaje a Xabier Agote, director de Albaola, por su aportación a la historia marítima y cultural de Gipuzkoa. Agote recibió de manos del diputado una manzana tallada en madera como símbolo de reconocimiento a su trayectoria. Arruti destacó su labor al “rescatar la memoria marítima vasca y recordarnos el vínculo histórico entre nuestra tierra y su fruto”.
El acto concluyó con un mensaje de Arruti, quien animó a seguir impulsando la calidad de la Euskal Sagardoa, definida como “un legado único para Gipuzkoa”, y expresó su deseo de que la tradición sidrera siga viva durante, al menos, otros mil años.
