El Athletic Club firmó un empate de enorme mérito frente al poderoso Paris Saint-Germain, vigente campeón, en un duelo en el que el esfuerzo colectivo, la brillante actuación de Unai Simón y el empuje incesante de San Mamés resultaron decisivos. Contener al equipo más goleador del torneo, que llegaba con 19 tantos en cinco partidos, convierte el 0-0 en un resultado de enorme valor.
La noche dejó motivos de sobra para el orgullo rojiblanco. El choque enfrentó dos estilos con filosofías casi opuestas y concluyó con un punto que mantiene vivas todas las opciones de clasificación. Los leones acumulan cinco puntos y deberán resolver en enero, primero en Bérgamo ante el Atalanta y después en casa frente al Sporting de Portugal, donde probablemente necesiten dos triunfos.
El planteamiento de Valverde funcionó desde el inicio: líneas juntas, intensidad y un plan claro para incomodar al conjunto de Luis Enrique, que sufrió especialmente durante la primera parte. Berenguer obligó a Safonov a intervenir en una falta bien dirigida, pero la parada más destacada del primer tiempo fue la de Unai Simón, que evitó el gol de Mayulu con una mano prodigiosa justo antes del descanso. A partir de ahí comenzó su gran noche.
Tras el paso por vestuarios, el Athletic notó el desgaste ante la calidad de Vitinha, Neves o Barcola. El PSG apretó con todo durante el primer cuarto de hora, obligando a Simón a lucirse de nuevo ante Barcola y Zaire-Emery, mientras San Mamés aguantaba la respiración. El larguero también jugó a favor de los locales en una internada vertiginosa de Barcola.
La entrada de refresco desde el banquillo dio oxígeno a los bilbaínos, que volvieron a acercarse al área francesa con disparos con intención de Berenguer. El último sobresalto llegó ya en la recta final, cuando Simón —convertido en héroe del encuentro— detuvo un tiro de Fabián y, en segunda instancia, Yuri Berchiche evitó el gol sobre la línea. El lateral, reconvertido a central junto a Vivian, completó un partido sobrio y determinante frente a su exequipo.
Con el estadio volcado y los jóvenes Hierro, Rego y Unai Gómez sumándose a la presión, el Athletic resistió hasta el pitido final. Un punto que sabe a triunfo moral y que frena a un PSG acostumbrado a arrasar.
