La Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia han reubicado en un recurso de alojamiento de Oñati a unas 50 personas migrantes, en su mayoría originarias de Mali, que llevaban semanas durmiendo en las calles de Amara Berri mientras esperan poder iniciar el proceso de solicitud de asilo.
Ambas instituciones han explicado que se trata de una medida «urgente y provisional» para evitar situaciones de desprotección, dado que los migrantes estaban residiendo de forma precariai. La Diputación ha señalado que el objetivo es atender a todas las personas que se encuentran en esa situación, cuyo número ronda el medio centenar.
Este traslado se realiza de forma «excepcional» y, según han denunciado ambas instituciones, responde a la «pasividad» del Gobierno español ante un problema que consideran grave y creciente. Han lamentado la falta de recursos estatales para garantizar la atención a personas migrantes que llegan al territorio en situación vulnerable.