El Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha inaugurado en Legazpi el nuevo parque de chorros de San Ignacio, un espacio concebido como refugio climático para hacer frente a los episodios de calor extremo y, al mismo tiempo, ofrecer un lugar de ocio y encuentro a la ciudadanía.
El proyecto ha contado con una subvención de 35.000 euros dentro de la línea de ayudas forales destinadas a los ayuntamientos para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, dotada con un presupuesto global de 230.000 euros.
En la visita institucional han participado el diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio; el alcalde de Legazpi, Eric Gálvez; la directora de Administración Ambiental, Gloria Vázquez; y el concejal de Desarrollo Sostenible y Transición Energética, Óscar Valbuena.
Asensio ha destacado que “los refugios climáticos son una respuesta justa, eficaz y cercana para proteger a quienes más lo necesitan. Contribuyen a construir un territorio resiliente, inclusivo y preparado para afrontar los impactos del cambio climático”. En esta línea, ha subrayado que la Diputación “seguirá impulsando proyectos locales que refuercen la justicia climática, porque la lucha contra el cambio climático también se libra desde los municipios”.
El nuevo parque de agua, que cuenta con catorce chorros distribuidos en dos áreas diferenciadas —una para bebés y otra para mayores—, dispone de un sistema de circuito cerrado para un uso responsable del agua y se integra en el entorno verde del barrio de San Ignacio.
El alcalde, Eric Gálvez, ha recordado que la iniciativa partió de los presupuestos participativos de la legislatura anterior y que hoy es una realidad gracias a la colaboración ciudadana e institucional: “Además de funcionar como un auténtico refugio climático, se ha consolidado como un punto de bienestar en los días más calurosos”.
Por su parte, Óscar Valbuena ha avanzado que este parque será “el primero de una red local de refugios climáticos” que se desarrollará en los próximos meses dentro del plan municipal de clima y energía, con el horizonte de alcanzar la neutralidad climática en 2050.