La Secretaría de Educación en Reino Unido ha manifestado su opinión de que las guarderías corren el riesgo de ser tomadas por los extremistas religiosos y que su departamento está preparando un paquete de medidas que enseñen a los niños «valores británicos fundamentales».
Nicky Morgan asegura que las autoridades locales estarán obligadas a utilizar nuevas medidas para despojar a las guarderías de su financiación si se encontrara que pudieran «promover puntos de vista extremistas».
A los niños pequeños, añade, se les debe enseñar «valores británicos fundamentales en una forma apropiada a su edad», como parte de una campaña para proteger a los niños de los radicales religiosos.
Las guarderías que enseñen el creacionismo como un hecho científico no serán elegibles para la financiación del contribuyente, según las nuevas reglas.
El anuncio de la señora Morgan viene a raíz del «caballo de Troya», así llaman, al complot de los radicales islamistas para hacerse cargo de las escuelas estatales en Birmingham.
El escándalo involucró escuelas primarias y secundarias, pero esta es la primera vez que el Gobierno ha advertido de que los niños de tan sólo dos años podrían requerir la protección de los extremistas.
En la actualidad, las autoridades locales ofrecen financiación a las escuelas que cumplen con los requisitos básicos, pero no hay una declaración explícita de que no deben apoyar a los proveedores – como iglesias, mezquitas o instituciones benéficas – con puntos de vista extremistas.
Los ministros se vieron impulsados a actuar con estas medidas después de que tras una consulta recibieran 450 respuestas de las personas y organizaciones que expresan preocupaciones sobre la financiación a escuelas que promueven puntos de vista extremistas.
Un informe realizado por Peter Clarke, un ex jefe de la lucha antiterrorista de la Policía Metropolitana, en el escándalo de las escuelas de Birmingham destacó es necesario un sistema de educación capaz de responder con rapidez si se plantean estas preocupaciones.
La ministra cree firmemente que cualquier institución que no logra preparar a los niños para la vida moderna no puede ser sostenida con fondos públicos.
Ofsted, el organismo de control a la educación, utilizará las nuevas directrices en sus inspecciones de escuelas. Una consulta se llevará a cabo en septiembre y se espera que las normas entren en vigor el año que viene.
