Asturias desmiente que se comercialice carne afectada por tuberculosis

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El Principado asegura que la carne comercializada por los mataderos de Asturias cumple con todas las garantías sanitarias exigidas

El Gobierno del Principado, ante las informaciones difundidas en algunos medios de comunicación en las que se afirma, entre otras cuestiones, que la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales “aprueba” la venta de ternera para el consumo humano que ha dado positivo en tuberculosis, ha realizado una serie de aclaraciones, dada la alarma social que pudiera crearse.

Así, señalan que es radicalmente falso que se comercialice carne en los mataderos de Asturias afectada por tuberculosis. Los servicios veterinarios oficiales de los mataderos asturianos se ajustan escrupulosamente a los procedimientos de inspección establecidos en la normativa nacional y europea, así como a los protocolos y directrices fijadas por la Dirección General de Salud Pública, inspeccionando las canales, vísceras y ganglios de todos los animales y, muy especialmente, de los reaccionantes a la prueba de tuberculina.

Así pues, la carne comercializada por los mataderos de Asturias cumple con todas las garantías sanitarias exigidas.

La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales no tiene entre sus competencias liberar al consumo humano la carne de ternera, ya que para ello son preceptivas las inspecciones rigurosas que realizan los servicios veterinarios oficiales designados por la Consejería de Sanidad.

No existen “falsos positivos”, ya que el programa nacional establece que un animal es considerado positivo cuando reacciona a la prueba de la tuberculina, independientemente de que la res pueda tener o no desarrollada la enfermedad y presentar lesiones. Estas pruebas se enmarcan en un programa nacional de erradicación de enfermedades en animales que se aplica igual en todas las comunidades autónomas para ofrecer garantías tanto en salud pública como en producción ganadera.

Cuando en una explotación de bovino aparece un positivo a la prueba de tuberculina, el protocolo exige realizar una segunda prueba en cuanto se disponga de los resultados de los análisis realizados en el laboratorio, en un plazo que suele rondar los tres meses. Si los resultados obtenidos en la segunda prueba son negativos, la explotación puede recuperar su carta verde en ese momento.

La venta de animales a otra explotación únicamente se puede realizar desde explotaciones con la carta verde. En el caso de que la explotación no esté categorizada como T3 histórico (las que durante tres años consecutivos no tienen ningún caso de tuberculosis), es preciso realizar una prueba de tuberculina previa a la venta. Las explotaciones con la calificación suspendida sólo pueden vender reses con destino a matadero, nunca a otra explotación ganadera.

Por último, en Pola de Siero no hay actualmente matadero, el último cerró hace más de 15 años.