El equipo de Tarragona vuelve a ser campeón de España de ajedrez para ciegos

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Tarragona se ha proclamado nuevamente campeón de España de ajedrez para ciegos en la modalidad de equipos, tras el torneo disputado en Cambrils. El conjunto formado por Manuel Palacios, Gavril Draghici, Albert Olivera, José Luis Ortiz y Jesús Ariste, y entrenado por Artur Kogan, es el dominador absoluto de esta disciplina en el siglo XXI. Ha ganado todos los campeonatos de Primera División, nueve consecutivamente, desde 1999.

De las siete rondas disputadas, Tarragona venció en cuatro, dos terminaron en tablas y sólo tuvieron una derrota. Barcelona A quedó en tercera posición. En Segunda División el campeón fue Andalucía B. Roberto Clemente y Gavril Draghici han sido considerados el mejor jugador del primer tablero y el mejor jugador del segundo tablero, respectivamente.

La clausura de estos XVI campeonatos de España estuvo presidida por Miguel Carballeda, presidente de la ONCE y su Fundación. Le acompañaron Manel Eiximeno, presidente de la Federación de Deportes para Ciegos de Catalunya; Rafaela Pérez, vicepresidenta del Consejo Territorial de ONCE Catalunya, y Francisco Maldonado, secretario general de la Federación Española de Deportes para Ciegos, organizadora del campeonato.

El torneo reunió durante una semana en el Hotel Tryp Cambrils a los mejores ajedrecistas ciegos nacionales, representando a 16 equipos agrupados en dos divisiones. En Primera División participaron Tarragona, Barcelona A, Barcelona B, Madrid A, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco y Tenerife. En Segunda División los equipos fueron Andalucía A, Andalucía B, Andalucía C, Galicia, Aragón, Alicante, Asturias y Madrid B.

El ajedrez, uno de los deportes más integradores

El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas que ven.

Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.

Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.

Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.