Solicitan colaboración ciudadana para dar con un hombre desaparecido en Carabanchel que padece la enfermedad de Behçet

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Gonzalo Aldeanueva, de 44 años, padece la enfermedad de Behçet y tiene 44 años. Lleva en paradero desconocido desde el jueves.

La familia de un hombre que padece una enfermedad poco común y la Asociación Española de Behçet solicitan la colaboración ciudadana para localizar a Gonzalo Aldeanueva, de 44 años y presidente de honor de la asociación, desaparecido el jueves pasado en Madrid.

Esa mañana Gonzalo llevó a su hija de un año a una guardería del PAU de Carabanchel próxima a su domicilio, en la calle del Óbolo, y desde entonces no se ha sabido nada de él.

De complexión fibrosa y de 1,90 de estatura, vestía sudadera azul y pantalón de chándal del mismo color y con rayas blancas a los lados, cazadora de color negro y zapatillas deportivas negras y rojas. Tiene el pelo castaño oscuro y corto y los ojos claros.

Aunque suele llevar gafas oscuras, esa mañana se las dejó en casa, según ha recordado su mujer, Helena Fernández, que ha comentado que su marido no llevaba ni documentación ni dinero.

Helena vio por última vez a su marido el jueves a las 7.30 de la mañana, antes de que ella saliese hacia su trabajo en una agencia de publicidad.

Gonzalo, que es pensionista por la discapacidad que padece, llevó a su hija andando a la guardería, la dejó sobre las nueve de la mañana y después regresó a su domicilio, desde el que llamó a su mujer para decirle que la niña estaba bien pues había estado mala días antes y que luego hablarían.
El viernes, su mujer puso la denuncia en la comisaría de Carabanchel, desde entonces vecinos del barrio, amigos de la familia y miembros de la asociación de Behçet lo tratan de localizar.

La policía trabaja en su búsqueda y también han sido avisados de la desaparición de Gonzalo el servicio municipal de urgencias (Samur-Protección Civil), emisoras de taxis de la capital y hospitales.

Gonzalo atravesaba una pequeña depresión desde hace unos diez días por los efectos provocados por su dolencia de la que se tenía que medicar diariamente. Se trata de un síndrome minoritario, crónico y no degenerativo en términos generales, para el que no hay tratamiento.