Ángel Toña, consejero de Políticas Sociales del Gobierno vasco, ha explicado que según los informes de los expertos se prevé que la ladera de Kamiñalde en Ondarroa se caiga, aunque es imposible, ha dicho, precisar cuándo. No se maneja, sin embargo, que este derrumbe arrastre las viviendas cercanas.
Las grietas han ido aumentando en el monte, los técnicos controlan su evolución a diario. Lo deseable, según Toña es que la ladera se derrumbará poco a poco hasta hacer base, “si cayese toda la masa del monte que está en la falla sería catastrófico y esperemos que no sea así”.
Se ha retirado la maleza y los árboles para evitar ese peso sobre la tierra y aunque este lunes los últimos informes hablaban de cierta estabilización, la vigilancia es extrema y el riesgo de derrumbe muy probable.
Tras reconocer que será a partir de este lunes cuando se conozca cuántas viviendas exactas hacen falta para realojar a los vecinos de la zona, Toña ha indicado que el Ejecutivo cuenta con algunas del programa de Alokabide, pero “no las suficientes”.
El alcalde de Ondarroa, Zunbeltz Bedialauneta, ha advertido que el desalojo de alrededor de 180 familias por el derrumbe de la ladera de Kamiñalde “va a ir para largo”.
En la jornada del domingo representantes del Consistorio mantuvieron una reunión con los afectados desalojados en la segunda tanda a los que se les entregó una ficha para conocer “cuántas personas integran cada unidad familiar”, ya que, tal y como ha indicado el alcalde, “esto va a ir para largo”.
