El arresto de Sharbat Gula es «una violación flagrante a sus derechos humanos»

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Este es el grito de guerra, que ha lanzado a través de su cuenta de Instagram, Steve McCurry, el fotógrafo que retrató a la niña afgana en 1984,  portada del National Geographic en 1985.

Desde entonces McCurry ha estado en contacto con ella y ha vuelto a fotografiarla para varias exposiciones. Ahora, 30 años después, se ha comprometido a «hacer todo lo posible» para ayudarla tras conocer que ha sido arrestada.

Sharbat Gula ha sido detenida esta semana en Pakistan bajo sospecha de llevar documentos de identificación falsos.

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Es «una violación flagrante a sus derechos humanos».  «Estamos haciendo todo lo que podemos para conseguir los hechos contactando a nuestros colegas y amigos en la zona».
«Estoy comprometido a hacer todo lo que pueda para proveer de apoyo legal y financiero a ella y a su familia. Me opongo fuertemente a esta acción de las autoridades. Ella ha sufrido durante toda su vida». Ha dicho McCurry en su cuenta de Instagram.

Pakistán lanzó recientemente una ofensiva contra aquellos que portan documentos falsos de identidad. Miles de refugiados afganos que viven en Pakistán han tratado de esquivar su sistema informático.

Sharbat Gula supuestamente solicitó una tarjeta de identificación en abril de 2014 bajo el nombre de «Sharbat Bibi». Ahora tras acusar a Gula, tres funcionarios que tramitaron esos documentos, están desaparecidos.
La Agencia Federal de Investigación paquistaní está buscando a dichos empleados y también al esposo de Gula.
McCurry hizo foto de la «niña afgana» cuando esta tenía 12 años y vivía en un campo de refugiados en el noroeste de Paquistán, en 1984. Se encontraba allí tras la ocupación soviética a Afganistán.

En 2002, McCurry dio con ella tras una búsqueda de 17 años. Vivía entonces en una localidad remota de Afganistán con su marido y sus tres hijas. Desde entonces el fotógrafo, considerando que estaba en deuda con ella, el éxito de la fotografía fue espectacular, se ha ocupado de seguir su pista y aydarla.

Ahora asegura que no parará hasta que Gula sea tratada con justicia.