Jugaban el Miralbueno y el San Juan, el árbitro, un chaval de 18 años, pitó un penalti al Miralbueno y uno de sus jugadores lo plaqueó por la espalda y comenzó a golpearlo como si estuviese poseído. La rápida intervención de otros jugadores consiguió que no siguiera agrediendole.
Evidentemente, el partido fue suspendido de inmediato, el árbitro presentará denuncia contra el agresor y el Miralbueno ha anunciado que dará de baja al futbolista.
El árbitro resultó herido en el cuello y la cara.
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