Tatuajes. ¿Podrían perjudicar el rendimiento deportivo por alterar la tasa de sudoración?

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La popularidad de los tatuajes ha aumentado enormemente en los últimos 10 años, sobre todo entre los deportistas y personal militar. El proceso de tatuaje implica la deposición permanente de tinta bajo la piel a una profundidad similar (3-5mm) a la que se encuentran las glándulas sudoríparas. Esto podría influir en el mecanismo de sudoración un factor esencial a la hora de la práctica deportiva y de la actividad física.

El propósito de un reciente e interesante estudio, ha sido el de comparar la tasa de sudoración y la concentración de sodio en el sudor de la piel tatuada en comparación con la no tatuada.

Los 10 participantes (varones y 21 años) tenían un tatuaje unilateral cubriendo un área circular de al menos 5,2 cm2.

La producción de sudor fue estimulado por iontoforesis usando discos de gel de agarosa (sustancia gelatinosa que se extrae de las algas) impregnados con nitrato de pilocarpina a una concentración 0,5%.

La piel no tatuada estaba situada de forma contralateral a la posición de la piel tatuada. Los discos utilizados para recoger el sudor estaban compuestos de tubos enrollados en una espiral de modo que el sudor fue arrastrado hacia el tubo por acción capilar.

La tasa de sudoración se determinó pesando el disco antes y después de la recolección de sudor. La concentración sodio en el sudor se determinó mediante técnica fotométrica.

Los resultados del estudio han mostrado que la tasa de sudoración media de la piel tatuada fue significativamente menor que la de la piel no tatuada (0,18 frente a 0,35 mg/cm2/min).

Los 10 participantes generaron menos sudor en la piel tatuada que la piel no tatuada.

Asimismo, la concentración media de sodio en el sudor de la piel tatuada fue significativamente mayor que en el de la piel no tatuada (69,1 frente a 42,6 mMol/L).

En 9 de los 10 participantes se obtuvo una mayor concentración de sodio en el sudor de la piel tatuada que en el de la piel no tatuada.

La conclusión que se puede extraer de este estudio es que la piel tatuada genera menos sudor y una mayor concentración de sodio que la piel no tatuada lo que abre una interesante línea de investigación para poder aclarar el efecto de los tatuajes durante el ejercicio físico y su influencia en el ejercicio.

Información cedida por Biolaster.