Medidas de seguridad extremas en Cardiff para la final de Champions

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Tras el atentado yihadista del 22 de mayo en el Manchester Arena, las autoridades británicas han llevado al extremo las medidas de seguridad para el siguiente espectáculo multitudinario que vivirá Reino Unido.

La capital galesa, Cardiff, acoge este sábado el encuentro entre el Real Madrid y la Juventus, del que saldrá el campeón de la Champions y que congregará a miles de aficionados de ambos equipos, provocando además un gran despliegue de periodistas y personas responsables de los equipos y de la organización del evento.
Se calcula que más de 100.000 personas llegarán a la ciudad con motivo del partido.

Hasta 15.000 efectivos de protección civil, policías, bomberos y personal médico, serán movilizados. Se han instalado barreras, construidas en hormigón, en las calles y en las fan zone para evitar ataques con vehículos pesados como el sucedido en Berlín o el puente de puente de Westminster, en Londres.

El estadio se tapará completamente con una cubierta para evitar el sobrevuelo de drones y posibles ataques desde lo alto de las gradas. Perros especialistas acompañarán a los policías en todo el cordón de seguridad que se está instalando ya dentro y fuera del recinto.

Alrededor del estadio, se establecerá un cordón de dos kilómetros, se instalarán 52 barreras antiterroristas y se desplegarán más de 15.000 agentes que contarán con un sistema de reconocimiento facial para identificar a posibles sospechosos a través de cámaras de vigilancia.

Los aficionados de ambos equipos han recibido una solicitud para que identifiquen el alojamiento donde pasarán las noches que permanezcan en la ciudad y el medio de transporte que usarán para su desplazamiento. Tendrán que presentar sus documentos de identidad a la entrada tanto de las zonas de espera como del estadio.

El gobierno británico, tras el atentado en el Manchester Arena, ha elevado el nivel de seguridad a su cota máxima, pasándola de grave a crítica. Esto supone que el final de la Champions en Cardiff está sujeta a medidas especiales y extremas de seguridad con el objetivo de evitar una tragedia como la ocurrida en pasado 22 de mayo.