La ligera subida del paro en marzo no oculta la fortaleza del tejido productivo para salir de la crisis ni los déficits estructurales que arrastra el mercado laboral en Euskadi. La vacunación va a ser fundamental para la salida de la crisis

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Langabeziak gora egin du berriro Euskadin martxoan. Eta hori albiste txarra da. Gainera, gora egin du emakumeen, gazteen eta 55 urtetik gorakoen artean. Hori da Lanbidek gaur egun dituen datuak.

Hortik aurrera, Lan eta Enplegu Sailak uste du euskal lan-merkatuak erresistentzia-seinaleak eskaintzen jarraitzen duela. Irakurketa zuhurra egiten dugu, langabezia uste baino gehiago jaisten zen hilabeteetan bezala. Izan ere, datu berberek kontratazioak eta, batez ere, kontratu mugagabeek gora egin dutela esaten digute. Eta DSBE jasotzen dutenen kopuruak behera egin duela ere adierazi dute.

Arrazoi tekniko batzuek azal dezakete adierazleak norabide desberdinetan joatea. Baina lan bila gabiltzan 130.021 pertsonak dihardugu Sailean, eta pandemiara iristen garenean izango ditugun aukerekin.

Los datos que tiene Lanbide son

  • 130.021 personas que buscan empleo y no lo encuentran, 993 más que en febrero, un 0,77%
  • Y, a la vez, un incremento de la contratación en un 28,64%, hasta los 67.240, de los cuales, además, por primera vez en años, un 13,2%, un total de 8.875, han sido indefinidos
  • A lo que se añade que el número de perceptores de RGI ha descendido en 636 personas.

Son indicadores que pueden apuntar en direcciones opuestas y que van a requerir un análisis más profundo. El mes de marzo ha sido atípico en muchas cosas en un año atípico en todo.

Pero a las incertidumbres propias del momento, se ha sumado el ataque informático sufrido por el SEPE. Lanbide optó por proteger su propio sistema informático, pero también porque esa decisión que tuviera la menor incidencia en las personas usuarias, sobre todo las que peor lo están pasando. Por ello, desde el 9 de marzo se activó la renovación automática de la demanda de empleo, ante la dificultad de materializarla en sistemas informáticos y presenciales. Esta circunstancia evitó la salida “natural” del desempleo de muchas personas al no renovar su demanda de empleo en condiciones normales. Es decir, se ha dado prioridad absoluta a la garantía de prestaciones de quienes estaban en desempleo antes que a preservar el dato estadístico.

En el análisis de este mes tenemos otra cuestión a valorar: a partir de ahora, cualquier comparativa con lo ocurrido en el mercado laboral desde que se decretó en marzo de 2020 el primer confinamiento podría llevar a conclusiones equivocadas. Por ejemplo, el incremento de un 0,77% y 993 personas en este último mes no puede ser en absoluto comparable con el 9,36% de marzo de 2020, en el que se registraron casi 11.000 parados más.

Por ello, el Departamento de Trabajo y Empleo, lo mismo que en los meses en los que se ha producido un descenso importante del desempleo, incluso por encima de cualquier previsión, va a seguir analizando con cautela y perspectiva lo que nos indican los datos con los que contamos.

Y con esa cautela, lo que vemos es que en marzo el paro ha descendido en época de normalidad económica y que se ha incrementado en momentos de crisis. Así ha ocurrido este año, aunque la afiliación a la Seguridad Social se ha comportado como en los años de crecimiento. Y que desde que empezó la actual crisis provocada por la pandemia, en Euskadi hay 12.782 personas paradas más, aunque se mantiene un saldo interanual claramente descendente sobre todo desde agosto

Otra cuestión relevante es que vuelve a incrementarse más el paro entre las mujeres que entre los hombres, después de que se hubiese mantenido la empleabilidad de ellas debido a que los sectores esenciales son claramente feminizados. Y junto al paro femenino, vuelven a aumentar los desempleados entre los más jóvenes y entre los mayores de 54 años, en términos similares. Por tanto, se mantienen estas corrientes de desigualdad de fondo que son estructurales en nuestro mercado laboral.

En cuanto a la contratación, he señalado el fuerte incremento del 28,64%, y sobre todo el referido a la contratación indefinida. Si nos fijamos más en el detalle de los sectores, y que en este mes ha habido un impulso interno al sector hostelero y de alojamientos ligado a la Semana Santa, sectores en los que, por su propia naturaleza, la temporalidad es mayor. Aumenta el desempleo entre parados de larga duración y disminuye en los de corta.

Y el último indicador relevante de Lanbide es el de titulares del derecho a la Renta de Garantía de Ingresos, que disminuye un 1,1%, en 636 personas, tras varios meses de crecimiento sostenido en el tiempo. Ese descenso no oculta que hay 2.639 personas más en esta situación que hace un año.

Sobre esta visión de conjunto, el Departamento de Trabajo y Empleo considera que el mal dato del empleo en marzo, como los buenos datos de meses anteriores, no ocultan la fortaleza que sigue mostrando la economía vasca, lo que nos sigue manteniendo en una posición sólida para la salida de esta crisis.

Los estímulos desde las administraciones están siendo determinantes, y en este momento el éxito de la vacunación es el factor fundamental para que se pueda asentar la salida. Una salida en la que tenemos que corregir la temporalidad, la cronificación y las desigualdades por género o edad, principalmente, que se arrastraban desde épocas anteriores.