El gasto público en los servicios y prestaciones del Sistema Vasco de Servicios Sociales aumentó en 223 millones de euros entre 2011 y 2018

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  • Gracias a ello se ha avanzado en el despliegue de los servicios y prestaciones económicas según lo previsto en el Mapa, aumentando el número de plazas en 5.665
  • Artolazabal presenta en el Parlamento la primera evaluación del Sistema Vasco de Servicios Sociales desde su definición normativa como un sistema universal de responsabilidad pública

Vitoria-Gasteiz, 21/06/2021

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, ha explicado hoy en el Parlamento Vasco que entre 2011 y 2018, el gasto corriente público en los servicios y prestaciones del Sistema Vasco de Servicios Sociales aumentó en 223 millones de euros, hasta alcanzar un total de 1.055 en 2018, lo que supone un incremento de una cuarta parte “que no existía siete años antes”. “Es importante recordar que la recaudación no superó la de 2007 hasta 2017” ha matizado.  “A esta diferencia entre los ingresos disponibles y el gasto, se le denomina técnicamente esfuerzo. Y las administraciones públicas vascas, en materia de servicios sociales, lo venimos realizando”.

La consejera ha comparecido a petición propia en la Comisión de Políticas Sociales y Juventud del Parlamento Vasco para presentar la evaluación del Informe de evaluación del Plan Estratégico de Servicios Sociales de la CAPV 2016-2019, una vez cerrado el proceso de evaluación con las instituciones que integran el OISS (Órgano Interinstitucional de Servicios Sociales) y tras escuchar al Consejo Vasco de Servicios Sociales. En ella, Artolazabal ha ofrecido una visión “crítica” para lograr una mejora continua, “partiendo de la experiencia y con los ojos puestos en la aprobación en 2022 de un segundo plan estratégico”.

De los 222,8 millones de gasto adicional reportado el gasto municipal creció entre 2011 y 2018 en 22,05 millones (de 184,39); el gasto foral aumenta en 197,33 de (858,94); y el gasto del Gobierno Vasco sube en 3,47 (de 11,68). En total, el incremento es de un 21,12%. “Las instituciones seguiremos haciendo un esfuerzo por incrementarlo para responder a cambios sociales y demográficos relevantes, como el envejecimiento y el impacto de esta crisis, sumado al de la anterior, en las necesidades sociales, particularmente en el ámbito de la exclusión”, ha agregado.

En coherencia con este esfuerzo, se ha avanzado en el despliegue de los servicios y prestaciones económicas, según lo previsto en el Mapa, aumentando el número de plazas (5.665 más entre 2011 y 2018, sobre un total de 33.265 en 2018, incluidas las PEVS en 2018, como en 2011).

Evaluación

Artolazabal ha explicado que se trata de la primera evaluación del Sistema Vasco de Servicios Sociales desde su definición normativa como un sistema universal de responsabilidad pública, con un catálogo de prestaciones y servicios cuyo acceso se garantiza como un derecho subjetivo, siendo así “el primer ejercicio de planificación, y evaluación”.

La consejera ha recordado asimismo que se trata de sistema público completo, que se articula desde los tres niveles de las administraciones públicas vascas e integrado por servicios y equipamientos de titularidad pública y privada concertada. Además, Artolazabal lo ha descrito como “un sistema de protección social completo que se califica, y se configura en Euskadi, como un pilar del Estado de Bienestar, junto a otros sistemas como el educativo o el sanitario”.

Este sistema social está consolidando como un derecho subjetivo el acceso a un extenso catálogo de servicios y prestaciones económicas. Un catálogo que configura un continuo de recursos de atención, primaria y secundaria, para promover la integración social con la máxima autonomía posible de toda la ciudadanía; y para prevenir y atender cuatro contingencias que, en distinto grado, pueden afectar a cualquier persona a lo largo del ciclo vital (desprotección, dependencia, exclusión y/o discapacidad).

Autocrítica

En palabras de la consejera, la autocrítica es necesaria “para detectar los retos para el siguiente plan estratégico” y ha citado cuatro puntos:

  1. Respecto al Servicio de Ayuda a Domicilio – SAD. Es necesario revisarlo en profundidad en el marco de un replanteamiento global de la atención en el domicilio. Aunque en los últimos años se ha producido ya una ligera recuperación de las coberturas, la intensidad no deja de descender y el servicio requiere de un análisis y un replanteamiento.
  2. Respecto a los Servicios de alojamiento para personas mayores, ha señalado que es necesario reflexionar sobre el modelo de servicios (de alojamiento, atención diurna…) en el marco de una reflexión general sobre el modelo de atención a las personas mayores en la comunidad, adecuándolo a las características de cada territorio y atendiendo a las diferencias entre el ámbito urbano y rural.
  3. Respecto al servicio de respiro y variantes de respiro en atención primaria, Artolazabal estima que es fundamental para el equilibrio y sostenibilidad de los cuidados. Por ello, se ha de reforzar el cuidado institucional de quien es cuidada por un familiar y de quien opta por cuidarle.
  4. Respecto a los centros de acogida nocturna para atender necesidades de inclusión social y los centros residenciales para personas en situación de exclusión y marginación, o los centros de día en Araba, el análisis de estos servicios ha de vincularse al planteamiento a realizar sobre la articulación de la red de exclusión en el territorio desde la colaboración entre atención primaria y secundaria y su descentralización, con situaciones distintas en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia.

La consejera ha concluido su primer turno de palabra reiterando el compromiso del ejecutivo autonómico en sede parlamentaria de “continuar fortaleciendo y mejorando un sistema clave para asegurar la igualdad de oportunidades, la igualdad de mujeres y hombres y la cohesión social”.