Artolazabal: “Esta ley supone un nuevo paso firme hacia la igualdad y hacia una sociedad libre de violencia machista”

0
  • El Parlamento Vasco aprueba la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres y vidas libres de violencia machista contra las mujeres
  • La consejera de Igualdad ha destacado el salto cualitativo que supone, con un refuerzo de los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad

Gasteiz,  2022/03/03

El Parlamento Vasco ha aprobado esta mañana la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres y vidas libres de violencia machista contra las mujeres, que, tras la aprobación de la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres en 2005, supone “un nuevo paso firme hacia la igualdad”, según la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

En palabras de Artolazabal, “estamos ante una ley que mira al futuro, a un nuevo escenario de igualdad y que establece las bases para profundizar en la labor llevada a cabo hasta ahora en el desarrollo de políticas de igualdad”. El objetivo es, ha dicho, que, a través de la oportunidad que ofrece la nueva ley, “este país pueda situarse al nivel de los países más avanzados en esta materia, mejorando la vida de la ciudadanía y de las nuevas generaciones que vendrán”.

La consejera ha felicitado en su discurso a Emakunde por liderar un proceso de modificación de la ley “en el que se ha intentado recoger y hacer confluir el mayor número de opiniones y visiones a fin de lograr el mayor consenso posible”. Y es que el proyecto fue objeto de más de 400 aportaciones, tanto de la sociedad civil como de instituciones. Posteriormente, ha recibido las propuestas de los grupos políticos de la cámara, con lo que, según Artolabazal, “esta ley es de toda la sociedad vasca y para toda la sociedad vasca”.

Artolazabal ha recordado el carácter pionero de la ley aprobada en 2005 y lo que supuso para las políticas de Igualdad de Euskadi. “Partimos de buenos cimientos y queremos seguir construyendo”, ha dicho y ha explicado que uno de los grandes desafíos de la ley es que “garantiza esa visión compartida sobre la ubicación de la violencia contra las mujeres dentro del problema sistémico y universal de la desigualdad de mujeres y hombres”, tal y como marca el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra violencia contra la mujer adoptado por el Consejo de Europa de 2011.

Artolazabal ha enumerado algunos de los beneficios de la nueva ley:

  • Es una ley que prevé el refuerzo de los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad.
  • Refuerza el enfoque de género y de derechos humanos en el trabajo a favor de la igualdad y en todos los ámbitos de intervención frente a la violencia machista contra las mujeres.
  • Establece medidas para facilitar la implantación generalizada en todo el sector público institucional vasco de elementos clave para el avance de las políticas de igualdad. Propicia, entre otros, los planes, los servicios especializados, la formación, el fomento de una representación de mujeres y hombres en los ámbitos de toma de decisiones o las medidas para promover la igualdad en la normativa, en las subvenciones públicas y en la contratación pública.
  • Impulsa la formación en igualdad del personal de la administración, ya que prevé la formación básica obligatoria, progresiva y permanente, en materia de igualdad para todo el personal de los poderes públicos vascos y, en particular, para el personal implicado en la respuesta frente a la violencia machista contra mujeres.
  • Refuerza el trabajo en coeducación en las aulas, con la obligación de todos los centros escolares a disponer de responsables de coeducación y de igualdad con la debida formación.
  • Dota de mayor protección a las niñas, niños y adolescentes frente a la violencia machista. En este sentido, prevé la creación de una nueva ayuda para hijas e hijos huérfanos como consecuencia de la violencia machista.
  • Amplía el sistema de atención a las víctimas de todas las formas de violencia machista contra las mujeres. Más allá de las víctimas de la violencia ejercida por pareja o ex pareja o intrafamiliar y de la violencia sexual, la ley regula y amplía el sistema de atención a las víctimas del resto de las manifestaciones de la referida violencia como la mutilación genital o la trata con fines de explotación sexual, entre otras.
  • Afronta la mejora de los sistemas de detección temprana. Sin perjuicio de los ya existentes, la ley determina la necesidad de asegurar la existencia de protocolos de detección actualizados para las y los profesionales del ámbito educativo, sanitario, policial, judicial, laboral y social. Protocolos que actúen de forma proactiva y coordinada para detectar de casos de violencia contra las mujeres y encauzarlos adecuadamente.
  • Prevé situar en el centro de todas las medidas los derechos de las víctimas y su empoderamiento y garantizar su atención integral con independencia de su grado de implicación o colaboración con el procedimiento judicial.
  • Permite el reconocimiento al derecho de reparación de las víctimas. Entre otras medidas, de forma pionera, prevé que el Gobierno Vasco establezca ayudas o medidas económicas para casos de impago de las indemnizaciones establecidas judicialmente.
  • Integra un enfoque interseccional y establece la necesidad de asegurar el derecho que toda víctima tiene a una atención integral, gratuita, accesible y de calidad, independientemente de su situación personal, social y administrativa. Este enfoque interseccional se fija, en particular, en aquellas que se encuentran en una mayor situación de vulnerabilidad.
  • Permite aumentar la investigación y mejorar el registro y la difusión de datos, con, entre otras medidas, la creación de un observatorio de la igualdad.
  • Profundiza en la sensibilización ciudadana, garantizando la existencia de campañas y programas institucionales de concienciación social dirigidas a toda la sociedad, en particular a hombres y niños, así como campañas informativas y programas de empoderamiento de las mujeres
  • Plantea reforzar en su conjunto las medidas para la igualdad y para el empoderamiento de las mujeres previstas en la normativa vigente y, en particular, las referidas al ámbito de la cultura, la educación y las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
  • E impulsa la mejora de los sistemas de coordinación con la gestión integrada de expedientes, la actualización de los acuerdos interinstitucionales y los protocolos de coordinación existentes y la adopción de nuevos acuerdos y protocolos.