La Consejera de Salud anuncia una reducción de la tasa de incidencia y de la presión asistencial en Euskadi

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La Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha comparecido esta mañana en la rueda de prensa habitual tras el Consejo de Gobierno para dar cuenta sobre la situación epidemiológica y asistencial de Euskadi, sobre los últimos datos sobre la puesta en marcha de la Cita Previa Web y sobre la nueva estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19.

En este sentido, Sagardui ha ofrecido los datos actualizados de la incidencia del coronavirus en Euskadi y ha señalado que los datos nos hacen pensar que, en los próximos días y semanas, no tendremos grandes cambios en la evolución de la pandemia. “Es probable un suave descenso en las cifras de personas contagiadas si se consolidan los datos de los últimos días”, ha añadido. Sobre la situación en los hospitales, la consejera ha apuntado que ha mejorado en el último mes, especialmente las UCI.

Por otro lado, la Consejera también se ha referido a la Cita Previa Web que se puso en marcha el pasado 1 de marzo. Así, ha destacado que en las primeras cuatro semanas se han dado más de 100.000 citas, “lo que ha evitado gestionar tal cantidad de llamadas telefónicas”. Pero, según Sagardui, la más importante es que se constata que, aunque ya veníamos observando hace un tiempo esta tendencia, con la ayuda de esta herramienta, ha disminuido respecto a años anteriores el número de consultas dirigidas al personal de medicina de familia mientras aumentan las dirigidas al personal de enfermería. “Eso da cuenta de que el sistema de gestión de la demanda está funcionando. Es decir, se está logrado derivar desde un inicio la demanda de atención sanitaria al perfil profesional que corresponde, en este caso a enfermería sin pasar por medicina”, ha añadido.

Concretamente, de las citas dadas a través de la nueva herramienta web, de aquellas que se refieren a motivos de salud, que no son trámites administrativos, el 60% son atendidas por personal de medicina de familia, cuando en 2019 eran en torno al 73%; y cerca de un 23% son atendidas en las consultas de enfermería cuando en 2019 se derivaban en torno al 14% de las citas a esta especialidad.  El resto, son de pediatría, que no han variado.

Respecto a la nueva estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19 que entro ayer en vigor, las principales novedades que ha indicado la consejera Sagardui son que la vigilancia y seguimiento se centrará en personas que presenten sintomatología más grave, en el colectivo de personas mayores, de personas vulnerables; así como de quienes se relacionan de forma directa con ellas. “Si se pertenece a uno de los colectivos descritos o se tienen los síntomas asociados a la COVID es necesario rellenar el formulario para que Osakidetza realice una prueba diagnóstica y, mientras tanto, extremar las precauciones, realizar un uso correcto y continuado de la mascarilla y reducir todo lo posible las interacciones sociales”, ha explicado.

En este nuevo escenario, los datos más relevantes serán la presión sobre el sistema sanitario: ingresos semanales y ocupación de camas hospitalarias y de UCI, las tasas de incidencia entre la población mayor de 60 años.

Precisamente es la población mayor de 60 años la que mantiene en estos momentos una evolución peor que el conjunto de la población. Sagardui ha remarcado que la tasa de incidencia acumulada es de 625 casos acumulados en 14 días por cada 100.000 habitantes. “Esta tasa muestra una tendencia al alza con una pendiente moderada, pero mantenida al alza. Tenemos que estar especialmente atentos a la evolución de la pandemia en los próximos días y semanas en este grupo de edad y en el impacto de esta evolución en términos de nuevos ingresos”, ha señalado.

“Por lo tanto, NO hay que bajar la guardia. Esto no se ha acabado en absoluto. La aparición de una nueva variante que condicione toda la escena epidemiológica y asistencial sigue siendo una posibilidad que hay que prevenir”, ha concluido.