La Escuela de Aprendices del siglo XXI comienza sus clases en el rehabilitado edificio de la alhóndiga, en Barakaldo

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La Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral ha invertido más de 3,5 millones de euros en este proyecto, para el que el Ayuntamiento firmó un convenio de cesión del local a la Fundación por 60 años. La alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, y parte de la corporación municipal han visitado esta mañana el edificio, donde ya se imparten 8 líneas de formación dual.

La Escuela de Aprendices del siglo XXI ya es una realidad. El histórico edificio de la alhóndiga de Barakaldo acoge desde inicios de año las 8 primeras líneas de formación dual que se impartirán de la mano de la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia integral, que ha invertido más de 3,5 millones de euros en la rehabilitación del edificio. La alcaldesa, Amaia del Campo, y parte de la corporación municipal, ha visitado esta mañana las instalaciones para conocer de primera de mano las nuevas instalaciones de la ciudad.

El Ayuntamiento firmó en 2017 un convenio con la Fundación para ceder el uso del local de la antigua alhóndiga durante un periodo de 60 años. A cambio, la Fundación debía rehabilitar el edificio, que se encontraba en muy mal estado de conservación. «En cuanto escuché la propuesta que nos realizaban los trabajadores de la siderurgia me entusiasmé, porque encajaba perfectamente en nuestra visión del nuevo Barakaldo. Como sabéis nos encontramos viviendo nuestra segunda gran transformación social y urbana, con las personas en el centro y los barrios y las rías como protagonista. Este proyecto se centra en las personas, en mejorar su calidad de vida ofreciendo oportunidades de empleo. Queremos una ciudad donde vivir y trabajar; una ciudad que recupere su músculo industrial y ofrezca oportunidades de empleo como las que ofrece ya está escuela», ha subrayado la alcaldesa.  «Enseguida me vino a la cabeza que su ubicación perfecta sería este edificio. Es cierto que la Alhóndiga estaba entonces en unas condiciones deplorables. Pero era un edificio histórico e imponente, muy bien comunicado y con gran potencial. Vinimos a visitarlo y a todos nos pareció que un proyecto tan importante merecía un espacio relevante, y nos pusimos a trabajar. Ahora el resultado es maravilloso», ha asegurado a la Fundación.

OCHO LÍNEAS DE FORMACIÓN

Las clases ya han comenzado en el centro y actualmente se ofrecen 8 líneas de formación: Logística, Hostelería, Profesionales de sala, Silver Economy, Multiperfil comercio, Profesionalización del Tercer Sector, Turismo Industrial, Agroalimentación y Digitalización. Alguno de estos proyectos están financiados por Inguralde, Agencia de Desarrollo Local de Barakaldo. «La acogida del proyecto fue excepcional por parte del Ayuntamiento. Se trata de algo que va más allá de la formación para el empleo; es un espacio de intercambio, de emprendimiento e innovación en aquellos sectores en los que estemos trabajando en cada momento. Programamos formación cualificación y recualificación y especialización, teniendo en cuenta no solo a las personas paradas sino las necesidades de las empresas, para eso tenemos profesionales que están continuamente trabajando en el ámbito de la empresa para detectar estas necesidades», ha indicado Astrid Líopez, directora gerente de la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia.

El centro cuenta con tres plantas, once aulas, aulas de hostelería, salas para el profesorado, aulas polivalentes y salón de actos, además de un atrio completamente preparado para acoger también charlas, eventos, formaciones… «Este edificio estaba muy abandonado, y la alcaldesa vio en este proyecto la oportunidad de recuperar este histórico edificio para el pueblo. En la rehabilitación hemos utilizado sistemas y materiales muy sostenibles, y qué puede haber más sostenible que el hecho de recuperar y reutilizar un edificio ya existente para acoger este maravilloso propyecto», ha explicado Julio Touza, arquitecto responsable de la rehabilitación.

El proyecto aún no está finalizado ya que la obra aún continúa en la zona de la cafetería, donde se podrán llevar a cabo nuevas líneas de formación relacionadas con la hostelería, pero se espera que este mismo año concluya esta parte del proyecto. «Para la hija de un alumno de la Escuela de Aprendices de AHV es un inmenso honor haber podido ayudar a la puesta en marcha de esta Escuela de Aprendices del Siglo XXI. Estoy segura de que este centro ayudará, como lo hizo con tantas generaciones a personas como mi aita, a poder formarse y encontrar un empleo con el que sacar adelanta a sus familias», ha concluido la alcaldesa.