Como cada 8 de septiembre, ayer se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Diáspora Vasca. Todos los años se celebra este día la presencia vasca en el mundo. Después de dos años de restricciones por la pandemia, este año, más que nunca, se preparó una potente Agenda Mundial de actos para este día.
Durante el acto organizado por esta ocasión en Donibane Garazi, el Lehendakari aseguró que la diáspora vasca está viva y quiere seguir avanzando por lo que ha abogado por “seguir remando juntos”. Además, Urkullu recordó que el Pueblo Vasco es un pueblo emigrante desde hace siglos, que conoce las dificultades iniciales de integración en los nuevos países. “Es importante tenerlo presente cuando hoy llaman a nuestra puerta y nos toca recibir a personas migrantes que sólo buscan un futuro mejor”, dijo. Así, manifestó que “fuimos y somos acogidos, debemos acoger”, al tiempo que abogó por que Europa cambie de raíz y apruebe una política común para acoger a las personas que buscan refugio y un nuevo futuro y por ”no mirar para otro lado como sociedad”.
Tras agradecer a la Mancomunidad de Iparralde y al municipio de Donibane Garazi su colaboración en la organización de este Día de la Diáspora Vasca, Iñigo Urkullu reconoció el “trabajo silencioso, voluntario y constante” de la comunidad vasca en el exterior de la que ha dicho “está en camino de seguir siendo un referente también en el siglo XXI”.
De cara al futuro, el Lehendakari subrayó dos iniciativas: el proyecto Han eta Hemen, plataforma digital y global, dirigida a los vascos y vascas de todo el mundo, con el objetivo de conectar, intercambiar información, recursos y compartir experiencias, y la actualización de la Ley de Comunidades Vascas en el Exterior, para afrontar nuevos retos. Así, anunció que este otoño se hará llegar a la diáspora vasca y a los grupos parlamentarios una propuesta para equiparar, debatir y completar este objetivo.
