¿Qué pueden hacer nuestros adultos mayores en una residencia?

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Nuestros adultos mayores han tenido una vida intensa, y ahora, a la llegada de esta etapa, deben contar con centros especializados en los que poder recibir una atención adecuada a sus necesidades. Las residencias de mayores se perfilan como lugares en los que poder desarrollar un tipo de vida en el que la atención continua, el trato adecuado y ético, junto con actividades adaptadas a sus perfiles, sean los ejes principales. Las residencias en Guipuzcoa cuentan tanto con los profesionales como con los recursos adecuados para ofrecer la atención pertinente a nuestros adultos mayores. Un ejemplo es Caser Residencial, un referente en cuanto al cuidado de personas mayores, y en el que es posible realizar una gama muy amplia de actividades, todas orientadas al bienestar y a la mejora de sus condiciones tanto físicas como intelectuales.

 

Las actividades para adultos mayores en una residencia

 

En primer lugar, cabe resaltar que cualquier actividad que desarrolla una residencia de mayores siempre se orienta a la mejora y a cubrir la gran cantidad de tiempo libre con el que un adulto cuenta. Para ello, todo el personal se pone en marcha para diseñar actividades interesantes y motivadoras para aquellas personas que participan de ellas, además de que les permitan desarrollar ciertas habilidades.

 

Muchas de ellas están relacionadas con el ejercicio físico, ya que conservar la buena forma en esta etapa de la vida es fundamental y proporciona muchísimos beneficios. Existen clases adaptadas de actividades relacionadas con el mantenimiento, que suelen tener una excelente acogida por parte de las personas que las practican. De la misma manera, las residencias cuentan con espacio libre suficiente en el exterior para poder efectuar paseos aprovechando el buen tiempo. La actividad física que desarrolla un adulto mayor siempre debe estar adaptada a su estado y realizada bajo la supervisión de personal médico, que podrá dar las pautas necesarias para recomendar las más adecuadas.

 

La variedad como eje fundamental

 

Por otro lado, las actividades que un adulto mayor puede desarrollar en una residencia son prácticamente infinitas. Desde aquellas relacionadas con la mejora de las capacidades psicomotrices, a las que tienen como misión evitar el deterioro cognitivo. Por ejemplo, nuestros adultos mayores gustan de tener el tiempo ocupado, y las actividades de carácter manual son siempre un aliciente. En casos de enfermedades como el Alzheimer, desarrollar este tipo de actividades puede suponer un retraso en el deterioro de sus capacidades.

 

Las actividades relacionadas con los trabajos manuales son muy motivadoras para nuestros adultos mayores, ya que persiguen la puesta en práctica de muchas habilidades distintas. Además, estas personas pueden aportar su experiencia vital, que es su gran tesoro, dando como resultado que las actividades sean siempre muy entretenidas y ayuden al desarrollo de la autoestima. No hay nada mejor que dar a un adulto mayor las herramientas necesarias para que desarrollen su creatividad. Con ello, no solamente están pasando el tiempo, sino que están cumpliendo con una serie de objetivos que son los que se marca esa actividad en concreto. La consecución del resultado final siempre produce mucha satisfacción y les proporciona la sensación de que se sienten válidos y útiles.

 

El entretenimiento es positivo para su salud

 

Los juegos de mesa también producen muchos beneficios y van más allá del propio entretenimiento. Por ejemplo, facilita el respeto a las propias normas del juego, tienen un carácter lúdico y, en muchos casos, proporciona una ayuda inestimable, porque es necesario realizar cálculos matemáticos, asociar elementos de una baraja, colores o formas. Aquellos juegos de mesa que tienen que ver con la cultura y los conocimientos ponen de manifiesto el increíble bagaje que nuestros adultos mayores poseen. Hablando de conocimientos y cultura, muchas residencias organizan sesiones o encuentros con personas que les pueden hablar sobre temas de su interés. Esta especie de clases tienen un efecto muy positivo para los adultos mayores, que tienen la oportunidad de conocer más sobre temas concretos o incluso, comprender aquellos de más actualidad que sean de su relevancia.

 

Las actividades relacionadas con el arte y las manualidades son una de las más demandadas por los adultos mayores. Les permite poner en marcha técnicas distintas y expresar toda su creatividad. No cabe duda de que se trata de un tipo de actividad muy entretenida, que ofrece todo lo necesario para pasar el tiempo, pero que aportan la puesta en valor de todo lo que un adulto mayor puede expresar.

 

Atender las necesidades ocupando el tiempo

Por todo esto, las residencias de mayores como Caser Residencial, disponen de personal debidamente formado y cualificado para atender las necesidades tan diversas que puede presentar una persona de estas características. Realizar una labor de acompañamiento, atender sus necesidades y ocupar el tiempo del que disponen de la mejor manera posible. Son solo algunos de los aspectos a tener en cuenta cuando elegimos una residencia para adultos mayores. El aumento de la calidad de vida y proporcionar los elementos necesarios para ocupar el tiempo, se perfilan como los objetivos principales de un centro de estas características.