Detenido dos veces en un día un vecino de la localidad navarra de Burlada

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La segunda ocasión fue por quebrantar una orden de alejamiento y tras quedarse dormido en un andamio en un cuarto piso junto a la vivienda de su esposa que le había denunciado 24 horas antes por malos tratos.

Un vecino de Burlada ha sido detenido dos veces en poco más 24 horas. La primera vez el viernes por la noche después de que su mujer presentara denuncia por malos tratos y la segunda el sábado por la noche por quebrantar la orden de protección y alejamiento que le habían dictado con respecto a su esposa.

El pasado viernes por la tarde, una mujer se presentó con su hija en dependencias de Policía Municipal de Burlada con intención de interponer denuncia por maltrato contra su marido. Como en ese momento no había posibilidad de tomarle la denuncia en Burlada fue trasladada a Pamplona, al grupo asistencial de Policía Foral, en donde finalmente formalizó la denuncia.

Sobre las 21.00 horas comunicaron de P. Foral a P. Municipal de Burlada a ver si era posible localizar y detener al marido de esa señora ya que ellos lo estaban intentando con resultado negativo.

Agentes municipales procedieron a inspeccionar las zonas por donde solía andar el denunciado, localizándolo totalmente ebrio en un locutorio de la localidad. Fue detenido y trasladado a la comisaría de Policía Foral.

La noche siguiente, cuando escasamente habían transcurrido 24 horas desde la detención, se recibió llamada de la misma señora diciendo que, a pesar de que el día anterior había presentado denuncia contra su marido y había solicitado y obtenido orden de protección, éste se encontraba subido en un andamio frente a su ventana, en un cuarto piso.

Los policías se presentaron de inmediato en el lugar y con gran sorpresa suya, se encontraron a esa persona a la altura del cuarto piso, durmiendo en el andamiaje que cubre la fachada del edificio que se está reformando.

Los agentes intentaron hablar con él, pero se encontraba tan profundamente dormido debido a la borrachera que llevaba que les fue imposible, por lo que salieron por una ventana hasta el andamio y lo arrastraron hasta la vivienda.

Una vez ahí y tras comprobar que, efectivamente, sobre él constaba una orden de alejamiento y que dicha orden estaba en vigor, fue detenido de nuevo.