La sala de calderas de la Fabra i Coats, abierta al público

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La sala de calderas de la Fabra i Coats ya se puede visitar gracias al proceso de recuperación que ha llevado a cabo el Museo de Historia de Barcelona, ​​con la colaboración de Amigos de la Fabra i Coats. El nuevo espacio MUHBA Fabra i Coats deja ver el corazón de la fábrica.

Un total de 5 calderas, una máquina de vapor y las transmisiones mecánicasque hacían llegar la energía a las máquinas del taller, son los elementos que se puede ver en la sala de calderas de la Fabra i Coats. Un espacio patrimonial que ha pasado por un proceso de recuperación muy exhaustivo. Se ha efectuado una limpieza del espacio y se han eliminado 43 toneladas de amianto en polvo, todo con la delicadeza necesaria para no dañar un bien histórico. “Una sala de calderas es un lugar óptimo a través del cual se pueden explicar desde las cosas más pequeñas, como el funcionamiento de una fábrica, hasta las cosas más grandes. Se pueden explicar muy bien la sociedad y la economía de los tiempos contemporáneos a partir de un espacio como este, que es excepcional, porque quedan muchos poquitos”, afirma Joan Roca, director del MUHBA.

En la sala de calderas se consumían 70 toneladas de carbón y 1.000.000 de litros de agua cada día y los operarios que trabajaban en ella tenían que ir con sumo cuidado porque las altas temperaturas del agua y una manipulación incorrecta podían provocar una explosión, recuerda Santiago Arganda, el último operario que trabajó allí. Más adelante, a partir de la Primera Guerra Mundial y cuando el carbón se encareció, las calderas se electrificaron, pero aún así la máquina de vapor siguió utilizándose para la calefacción y para mover algunas máquinas, como las que hacían los acabados de los productos.

Aparte de las calderas, el espacio conserva utensilios de la época, objetos como un teléfono interno que comunicaba con la fábrica o los bomberos, e incluso carteles de chicas ligeras de ropa que adornaban las puertas de los armarios de los trabajadores. Muchas de estas reliquias las recogieron los Amigos de la Fabra i Coats en un momento en que hubo robos en el recinto y, gracias a esta conservación, ahora se han colocado en el lugar y se pueden visitar. La sala de calderas remueve recuerdos y anécdotas del barrio, como la que explica el secretario de los Amigos de la Fabra i Coats, Antonio Martínez, que recuerda que los lunes, cuando se ponían en marcha las calderas después del fin de semana, salía hollín por la chimenea de la fábrica y los vecinos no podían tender la ropa porque que se les ensuciaba.

A partir de ahora la sala de calderas de la Fabra i Coats abrirá al público, de manera gratuita, los domingos y festivos entre las 11.00 y las 14.00 horas.