La apertura de un lavadero ‘Sexicar’ en Vila-real desata la polémica

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El Ayuntamiento asegura que vigilará que el negocio no suponga «discriminación o trato vejatorio hacia las trabajadoras y la figura de la mujer».
Ante la polémica desatada por la apertura de este negocio en la localidad castellonense de Vila-real, el Ayuntamiento se visto obligado a salir al paso para asegurar a los vecinos que vigilará que la apertura de un lavadero de coches que se anuncia como ‘Sexicar’ en la localidad no suponga trato «discriminatorio o vejatorio» hacia las trabajadoras de la empresa y la figura de la mujer.

La Concejalía de la Mujer se ha referido de este modo en un comunicado a la información sobre la posible apertura en Vila-real de un negocio «que se basa sobre todo en el aspecto de las mujeres que van a trabajar en la mencionada empresa y que todo apunta a una utilización de la mujer y su cuerpo como reclamo publicitario».

La concejala de la Mujer, Mònica Àlvaro, ha señalado que, desde el departamento municipal, se está trabajando para recoger toda la información al respecto y evitar «en la medida de nuestras posibilidades, cualquier trato discriminatorio o vejatorio hacia las mujeres trabajadoras y la figura de la mujer que se pretende dar con esta visión estereotipada del sexo femenino como objeto».

SEXY CAR
Empresas similares tienen gran éxito en Estados Unidos y Rusia, un negocio muy común con un matiz muy controvertido: un lavadero de coches y camiones en el que solo trabajarán «mujeres sexys»‘.

El encargado del negocio, Óscar A., avanza que la selección del personal está ya en marcha, que han recibido más de una docena de currículos con sólo el anuncio en la fachada de la nave y que abrirán «con dos o tres chicas».

«Sabemos que provoca mucha atención por la selección de chicas, pero en ningún caso quiere apelar a nada vulgar. Serán chicas profesionales, dedicadas a la limpieza, a las que formaremos en limpieza de vehículos. Simpáticas, con carisma, lindas, arregladas y con un cuerpo atractivo, porque será un buen reclamo para atraer clientes, pero sin morbo», dice.

Las trabajadoras llevarán un uniforme «que tape todo el cuerpo, ceñido, ajustado y que marque curvas», pero solo para dar buena presencia, comenta, «porque sí pediremos a nuestros clientes respeto para ellas, que su trabajo se limita a limpiar los vehículo, como en cualquier otro servicio de lavacoches».

La foto que ilustra la noticia no corresponde a la información de la empresa.