Liberadas las cuatro aves afectadas por botulismo recuperadas en Mártioda

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Los técnicos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Mártioda, de la Diputación Foral de Álava, han liberado esta semana las cuatro aves afectadas por botulismo que se han recuperado en estas instalaciones.

En concreto, una cerceta, dos ánades azulones y un ánade friso han vuelto a la naturaleza, en las Lagunas de Laguardia, tras recibir el tratamiento en Mártioda para curarse de botulismo, durante mes y medio.

Con respecto al tratamiento que reciben las aves, que se instalan en estancias independientes para evitar contagios, se trata de hidratación y estimulación cloacal diaria para eliminar la toxina vía heces, así como antibioterapia para evitar infecciones secundarias debido a la depresión de su sistema inmune, y complejos vitamínicos. Asimismo, las aves enfermas de botulismo suelen necesitar una fuente de calor externo y, sólo cuando el animal está relativamente recuperado, es posible comenzar con la alimentación, que comienza a ofrecerse mediante sonda.

Además, se aplican medidas higiénico sanitarias específicas en Mártioda, donde se forma dos equipos de trabajo con el objetivo de que uno de ellos se dedique de forma exclusiva a los animales botulínicos, sin mantener el contacto con el resto de fauna ingresada. En concreto, se habilita una estancia de cuarentena para alojar los animales afectados, una estancia sanitaria con instrumental propio y una estancia post-cuarentena.

En total, han sido 54 las aves fallecidas por botulismo este verano, desde que apareció el brote el pasado 21 de agosto, un brote que ya quedó controlado el pasado mes de septiembre.

Desde la Diputación Foral de Álava destaca la eficacia del Sistema de Alerta Temprana, implantado por primera vez este verano, “que ha impedido que alcancemos las cifras del verano de 2014, cuando hubo que lamentar la muerte de 739 aves”, explica el diputado de Medio Ambiente, Josean Galera. Y es que, gracias al nuevo sistema de alerta, la vigilancia de los humedales comenzó ya en el mes de junio, dos meses antes de que apareciera la enfermedad en Álava. “Conscientes de la posibilidad de que surgiera un nuevo brote este verano y recogiendo la medida establecida en el documento de gestión de la Red Natura 2000 para las balsas de Salburua, activamos este sistema de alertas para retirar las aves afectadas con inmediatez y evitar, en la medida de lo posible, la propagación de la enfermedad”, subraya Galera en este sentido.