La Vicelehendakari defiende el diálogo social para que a los buenos datos de empleo le acompañen buenos datos sobre su calidad

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Octubre es históricamente un mes inestable en cuanto a la evolución del empleo.

  • El año pasado, en medio todavía de una crisis inédita, el paro se redujo en más de 6.000 personas, una disminución histórica.
  • En 2019, por el contrario, en la salida de la anterior crisis, el paro aumentó, en 2018 disminuyó en 622 personas y en 2017 descendió en casi 2.000.

En esta ocasión, octubre registra 1.063 parados menos, un descenso del 0,89, que es un dato muy positivo. No solo por esas personas que buscaban empleo y lo han encontrado, sino porque consolida la tendencia de reducción constante y sólida que venimos detectando desde septiembre del pasado año.

Y esa tendencia se confirma con los datos de afiliación a la Seguridad Social que, en este caso sí, ha tenido una evolución análoga a lo que suele ocurrir todos los octubres, con un incremento considerable. Son 15.367 personas más, casi tantas como en el mismo mes de 2019, antes de la pandemia.

En todo caso, hoy se registran 118.429 personas buscando empleo en Euskadi sin encontrarlo, y los índices de contratación tampoco tienen el comportamiento habitual en un mes como este. El factor principal se atribuye a la hostelería, un sector que no acaba de recuperar el empuje previo a la crisis. Lo contrario ocurre en el sector industrial, que está ya en tasas de desempleo previos a la pandemia y que en este mes tampoco se ha visto afectado por las incertidumbres que rodean a los problemas de suministros o los del mercado eléctrico.

En cuanto a la renta de Garantía de Ingresos, este mes ha habido un ligero incremento en 308 personas, un 0,6% más. El número total de titulares se sitúa en 52.825, 1.251 menos que en octubre de 2020. Como hemos dicho en los meses anteriores en los que el número de perceptores descendía, está habiendo fluctuaciones derivadas de la incorporación del Ingreso Mínimo Vital, que analizaremos en su momento con más detenimiento.

Todo ello nos lleva a mantener el mensaje de prudencia y confianza que estamos trasladando en esta legislatura.

  • Prudencia, porque junto a los datos positivos, hay sectores que no terminan de recuperar la normalidad, por la fragilidad de muchas de las nuevas contrataciones y porque existen nuevas incertidumbres sobre la actividad económica.
  • Pero confianza también porque podemos ver las cosas que hemos hecho bien Gobiernos, empresas y personas trabajadoras para llegar a esta situación tan sólida que nadie esperaba hace año y medio.

Una de las cosas que nos ha permitido tener estos buenos datos de empleo de forma tan rápida ha sido la capacidad de colaborar y llegar a acuerdos. Y a esos acuerdos apelamos de nuevo, y  esperamos que se consigan también para el nuevo marco de relaciones laborales que se está trabajando en la mesa de Diálogo Social en España, que acabe con la precariedad que arrastramos desde antes de la pandemia. Para que a los buenos datos sobre el desempleo le acompañen buenos datos sobre su calidad.

Por nuestra parte, seguimos planteando proyectos novedosos, como los que se reflejan en los presupuestos, que permitan afianzar una recuperación sólida y justa, mirando sobre todo a quienes hoy siguen teniendo más dificultades de acceso a un empleo de calidad: jóvenes, mujeres y mayores de 45 años.