El Gobierno Vasco revisa el crecimiento de la economía vasca al 5,6% en 2021 y al 6,7% en 2022, año en el que la tasa de paro se situará en el 9,2%

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El Consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, en el debate de enmiendas a la totalidad del Presupuesto de Euskadi 2022, ha dado a conocer la revisión del cuadro macroeconómico, en el que se estima un crecimiento de la economía vasca del 5,6% en 2021 -se encontraba en el 6,7% del PIB real–  y del 6,7% en 2022 -se encontraba en el 6,4%-. Esta actualización se ha realizado tras la publicación de las Cuentas Económicas Trimestrales de EUSTAT y recopilados los datos que se utilizan como variables exógenas por la Dirección de Economía. En cualquier caso, estas previsiones no alteran el diseño del Presupuesto de Euskadi, ya que recogen también un incremento del PIB nominal hasta el 9,3%, que es que el está relacionado con la capacidad recaudatoria que justifica los ingresos contemplados en el presupuesto vasco.

En materia de empleo, la revisión de las previsiones apenas trae cambios respecto a las de septiembre. El número de personas que, según el nuevo escenario, encontrará empleo será de 13.390 en 2021 y de casi 11.500 en 2022. La evolución favorable del empleo tendrá su reflejo en la tasa de paro, que se situará en el 10,0% este año en media anual y bajará hasta el 9,2% el próximo.

 Los nuevos datos que el crecimiento estimado por el Eustat para el tercer trimestre de 2021 ha resultado ser sensiblemente inferior al previsto en el anterior escenario, en parte por el “efecto entorno” de las previsiones de crecimiento de la economía española, que ha pasado del 6,2% para 2021 al 5,2% de crecimiento del PIB. Otra parte de la moderación obedece a los cuellos de botella que se han producido en las cadenas de producción, dado que la oferta no está siendo capaz de responder en tiempo al fuerte aumento de la demanda. Esto es especialmente evidente en sectores como el de la automoción, que se están viendo obligados a parar ante la falta de componentes. La alta demanda de bienes existe y es cuestión de tiempo que la oferta se ajuste a la fuerte demanda. “Se trata, por tanto, de un retraso en la producción, no de una debilidad del tejido productivo, o dicho con otras palabras, parte del PIB que no se va a poder generar en lo que queda del año se trasladará al crecimiento de 2022”, ha explicado Azpiazu.

Otro elemento importante a señalar en la coyuntura actual es la elevación de los precios. La falta de algunos componentes y materias primas ha elevado su precio y esto se va trasladando al conjunto de la economía. Ese encarecimiento se aprecia en el IPC y en el deflactor del PIB, al igual que en otros indicadores. En el caso del deflactor, en septiembre se esperaba una subida para 2021 del 1,4%, coherente con los cálculos de otros organismos europeos. Sin embargo, en la actualidad se da por sentado que el conjunto de los precios aumentará por encima de esa cifra. El Gobierno Vasco ha elevado el deflactor del PIB para 2022 hasta el 2,4%, lo cual tiene importancia en el cálculo del PIB nominal, es decir, del valor en euros de los bienes y servicios generados en Euskadi. En la previsión de septiembre, el PIB nominal crecía un 7,9%, pero en la actual se espera un incremento del 9,3%. “Conviene recordar, que es el PIB nominal, más que el PIB real, el que está relacionado con la capacidad recaudatoria que justifica los ingresos de los presupuestos de 2022”, ha matizado el Consejero.

El nuevo escenario cambia el papel de cada una de las demandas. Así, la información del tercer trimestre confirma que el sector exterior, a pesar de las dificultades de suministro ya mencionadas, está teniendo un comportamiento más dinámico del previsto. Efectivamente, frente a una detracción de seis décimas prevista en septiembre, la buena marcha de las exportaciones deja el saldo exterior este año en tan solo una décima negativa, al tiempo que mejora, una décima también, el saldo positivo de 2022, que llega ahora a las cuatro décimas.

Desde la perspectiva de los sectores productivos, el nuevo escenario refleja ese desplazamiento en el tiempo tanto para la industria como para la construcción. En concreto, se revisa a la baja el crecimiento del valor añadido industrial de este año, del 9,7% al 8,7%, pero se eleva la tasa del año próximo del 5,6% al 6,6%. En el caso de la construcción, se modera del 4,2% al 2,7% el resultado de este año y se aumenta la de 2022 del 4,5% al 5,2%. En el caso de los servicios, se modera casi un punto su desempeño este año y se mantiene prácticamente sin cambios el próximo, con un 6,7%, en línea con el crecimiento esperado para el conjunto de la economía.

Cuadro macroeconómico de Euskadi 2020-2022

 

2020

2021

2022

PIB

-9,9

5,6

6,7

Consumo final

-8,9

5,1

5,7

   Consumo hogares

-12,4

5,6

6,6

   Consumo AAPP

3,8

3,4

2,8

FBC

-11,7

6,4

6,7

Demanda interna

-9,6

5,4

5,9

Aportación demanda interna

-10,0

5,7

6,3

Aportación demanda externa

0,1

-0,1

0,4

PIB nominal

-10,1

7,9

9,3

Deflactor PIB

-0,2

2,2

2,4

Empleo (puestos de trabajo)

-7,7

5,0

3,4

Personas ocupadas (PRA)

-2,2

1,5

1,2

Tasa de paro

10,6

10,0

9,2

Fuente: Dirección de Economía y Planificación. Diciembre 2021