La industria vasca debate la gestión de los costes energéticos

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  • El alto coste de la energía exige una gestión de contratos energéticos a largo plazo ligados a fuentes renovables, más estables en precio.
  • La industria vasca apuesta por el autoconsumo. En 2021, el 70% de la potencia instalada fue en este sector.

 

El Ente Vasco de la Energía (EVE) ha reunido esta mañana a expertos en los mercados energéticos Ibéricos para debatir sobre las opciones que dispone la industria vasca para reducir la incertidumbre del precio y obtener contratos energéticos competitivos en un contexto de elevado coste de la electricidad y del gas natural.

La jornada ha sido inaugurada por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y ha contado con la participación de Carmen Becerril, presidenta de OMI (empresa gestora del mercado energético en la Península Ibérica), Raúl Yunta, presidente de MIBGAS (operadora del mercado ibérico organizado del gas) y Mikel Amundarain, viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco. Además, el panel de expertos ha estado formado por representantes de empresas consumidoras como Ategi y SEA Empresas Alavesas, así como por las comercializadoras EDP y Axpo Iberia, que han expuesto ejemplos concretos de gestión de contratación energética en las industrias.

Este seminario, el primero en formato presencial organizado por el Ente Vasco de la Energía desde el inicio de la pandemia, ha tenido como objetivo acercar a la industria las alternativas existentes para una gestión más eficaz del riesgo del precio de la energía y sus posibilidades de contratación.

La industria vasca ha realizado una labor de reconversión constante durante décadas para mejorar su eficiencia energética y reducir su consumo de energía para optimizarlo y alcanzar así elevadas cotas de competitividad. La consejera Tapia ha señalado que “es imprescindible que estas inversiones en eficiencia no decaigan”, ya que consumir la menor cantidad de energía en la producción es la principal herramienta de competitividad industrial. Para ello, el EVE gestiona ayudas directas a las inversiones en ahorro de energía y eficiencia de la industria y las PYMEs con un presupuesto de 61M€ hasta junio de 2023.

Aun así, la actual coyuntura de altos precios de la energía hace que competir en mercados globalizados sea cada vez más exigente. Tapia ha apostado por diversificar el riesgo en la industria mediante diferentes contratos de energía a largo plazo que permitan una mayor estabilidad del costo. Estos contratos, ligados a energías renovables, permiten un precio más competitivo y estable.

Asimismo, ha destacado el autoconsumo como una alternativa real para la industria vasca. En 2021, casi el 70% de la potencia instalada de autoconsumo en Euskadi correspondió a plantas solares en industrias, que ya les están aportando parte de la energía que consumen a un precio altamente competitivo.

La apuesta de Euskadi por transitar hacia un modelo cada vez más basado en fuentes de origen renovable que minimicen el consumo de fuentes fósiles importadas es también un elemento que contribuye a reducir la inestabilidad y volatilidad de los mercados energéticos, ya que las renovables son fuentes competitivas que permiten estabilizar los precios y reducir la incertidumbre. Para alcanzar una producción renovable suficiente capaz de abastecer también las necesidades industriales y productivas de la sociedad vasca, actualmente se están planteando en Euskadi proyectos energéticos de gran potencia instalada (tanto eólicos como de energía solar y nuevas fuentes marinas), que avancen en la Transición Energética y la descarbonización de la economía.

Gestión del riesgo

Para gestionar el coste de la energía que consumen las industrias y minimizar el riesgo del coste es clave diversificar el producto de contratación, es decir, apostar por alternativas al contrato único a precio de spot o diario. Actualmente existen en el mercado diferentes productos que las empresas pueden contratar para que su riesgo esté más diluido.  Las empresas pueden disponer de una cartera de contratación de energía con diferentes productos de diferente plazo (anuales, trimestrales, mensuales y spot), lo que supone que el riesgo de las variaciones de precio esté más diversificado.