Asturias, Canarias, Galicia y Cantabria, en situación de «natalidad crítica»

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En España nacen 114.000 niños menos que en 1980 a pesar del aumento de la población en casi 9 millones de personas desde ese año.

Asturias (0,99), Canarias (1,04), Galicia (1,07) y Cantabria (1,15) tienen un índice de fecundidad de apenas un hijo por mujer, lo que las sitúa en una situación de natalidad crítica, según el estudio ‘Demografía y Natalidad en España’, del Instituto de Política Familiar.

El índice de fecundidad en España es de apenas 1,3 hijos/mujer, lo que coloca a nuestro país en el furgón de cola de la natalidad en Europa. Se necesitarían unos 260.000 nacimientos más de los que se tienen anualmente para asegurar el nivel de reemplazo generacional.
Las españolas son las mujeres de la UE que tienen sus hijos más tarde, lo que dificulta la posibilidad de que haya un aumento de nacimientos en los próximos años. La edad de maternidad ha subido en más de 3,5 años desde 1980.

La mitad de las comunidades (País Vasco, Galicia, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Navarra, Cantabria, Asturias y Aragón) tienen una edad media de maternidad por encima de los 32 años.

La población española ha pasado de ser más de 47 millones de personas en 2010 a 46,4 millones en 2015, lo que ha supuesto un descenso de 600.000 personas. Asimismo, se ha pasado de 410.000 nacimientos de madres españolas en 2008 a 350.000 nacimientos en 2014, lo que ha supuesto un descenso de 60.000 nacimientos.
Esto ha provocado que el crecimiento natural de los españoles lleve 3 años en negativo, alcanzando en 2014 la cifra récord negativa de -32.777 (350.555 nacimientos y 383.742 defunciones).

Uno de cada cinco españoles (18,5%) es mayor de 65 años, y las personas mayores de 80 años ya son más de 2,7 millones y representan el 6% de la población. Además, la esperanza de vida está creciendo a una media de 1,3 años cada 5 años, y la esperanza de vida al nacer alcanza los 83 años.

El déficit de natalidad y el incremento de la esperanza de vida han provocado el aumento de la edad media de la población española, que ha superado los 42 años, y el derrumbe de la pirámide poblacional española. El tramo de población con mayor porcentaje ha pasado la comprendida entre las edades de 20-24 años en 1996 a ser de la de 40-50 años en 2015.

Según el estudio, este escenario demográfico de envejecimiento poblacional no tiene precedentes históricos.