Carmena viaja a París a la cumbre sobre Cambio Climático

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Del 2 al 5 de diciembre junto a Inés Sabanés y Rita Maestre

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés y la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, como secretaria general de la Unión de Capitales de Iberoamérica, viajan del 2 al 5 de diciembre a París, con motivo de la cumbre sobre cambio climático que se celebra en ese ciudad. El Jefe del gabinete de la alcaldía, Felipe Llamas, ha presentado las líneas generales de la participación del Ayuntamiento de Madrid en la 21ª Conferencia de las Partes (COP21), que se celebra en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre de este año.

El cambio climático constituye un fenómeno global, tanto por sus causas como por sus efectos y requiere de una respuesta multilateral basada en la colaboración de todos los países. La respuesta multilateral en el contexto de Naciones Unidas es la Convención Marco sobre Cambio Climático (CMNUCC), en la que los distintos países participan en un proceso de negociación internacional a través de las reuniones anuales (Conferencias de las Partes COP).

Desde el Ayuntamiento se considera que la Cumbre de París es un hito fundamental. El acuerdo universal sobre el cambio climático que se pretende cerrar en París tiene como objetivo principal limitar el aumento de la temperatura global en menos de 2º C. Según Felipe Llamas, «es un desafío, un reto que obliga a las ciudades a ponerse a trabajar y en ese sentido las ciudades van a ser el motor fundamental de este proceso. Aunque la capacidad de definir las regulaciones, los techos de las emisiones y el control de las emisiones en cuanto a los sectores más intensivos (la industria, los grandes consumos, la refinería, la siderurgia) recae en los gobiernos nacionales, las ciudades si tenemos gran capacidad de abordar sectores que tienen que ver con transporte, cuestión residencial, residuos.»

Por ello, aunque son los países los que participan en la negociación internacional en materia de cambio climático en esta cumbre, las ciudades y las regiones han ido adquiriendo un mayor protagonismo en los procesos de decisión, en base al importante papel que pueden desarrollar en dos líneas de actuación. La primera de ellas es la mitigación del cambio climático, es decir, la limitación de las emisiones a la atmósfera que generan este problema (las denominadas «emisiones de gases de efecto invernadero») y la segunda línea incide en la adaptación a los efectos del cambio climático. La estrategia de la ciudad de incorpora objetivos en estos dos ámbitos.

Mitigación

En la ciudad de Madrid, como en todas las grandes urbes, los principales focos emisores de gases de efecto invernadero (GEI) corresponden al transporte, el consumo energético asociado a las viviendas y edificios, y la generación y tratamiento de residuos. Por ello, en la actuación para la reducción de GEI se propone el desarrollo de tres ejes directrices, cuya acción combinada persigue el objetivo de una reducción en el año 2020 superior al 35% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la ciudad de Madrid respecto a 2005. El cumplimiento de este objetivo requiere actuar en múltiples aspectos de forma que se configure un nuevo modelo urbano bajo en carbono, existiendo, no obstante, factores externos (como la composición del mix español de generación eléctrica o el marco regulatorio nacional) que condicionan de forma determinante la consecución del objetivo. De este modo se actuará en:

a) Movilidad baja en carbono mediante un Plan de Movilidad integrado en la planificación urbanística que garantice una ciudad cohesionada y accesible para todos. Una movilidad en la que la contribución peatonal y ciclista crezca en el reparto modal en detrimento del vehículo privado y en la que el uso de tecnologías menos contaminantes como la movilidad eléctrica se generalice en sectores clave como el transporte público y la distribución urbana de mercancías.

b) Eficiencia energética y energías renovables. La estrategia de rehabilitación y regeneración urbana, objetivo fundamental del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, permitirá actuar sobre un parque edificado cuyo potencial de ahorro y eficiencia energética es muy elevado. El actual marco normativo nacional que penaliza el autoconsumo y el desarrollo de las energías renovables, dificulta la integración del modelo de generación distribuida (en el que la producción energética se acerca a los puntos de consumo) que serían deseables pera reducir la dependencia energética de Madrid y favorecer la producción de electricidad a partir de energía solar. No obstante, Madrid estudia ya el aprovechamiento energético de otras fuentes renovables como el procedente de las infraestructuras urbanas subterráneas (red de metro y colectores de aguas residuales) y la optimización de los procesos de valorización energética de los residuos urbanos.

c) Minimización y valorización de los residuos urbanos. El concepto de ciudad baja en carbono no sería completo si no se incluyen los patrones de consumo y, en consecuencia, los flujos de productos y residuos. El Ayuntamiento de Madrid, a través de una estrategia general de gestión de residuos incidirá, como acción prioritaria, en la prevención de generación de residuos a través de una nueva oficina municipal. La recogida y gestión independiente de los bioresiduos y la mejora en la separación en origen de envases, papel y vidrio son otras acciones cuya incidencia en las emisiones de efecto invernadero es significativa. Por último, una optimización en los procesos de tratamiento de los residuos permitirá incrementar la energía obtenida a partir de los mismos y obtener un mayor aprovechamiento.

Adaptación

Los efectos del cambio climático son inevitables y la ciudad de Madrid va a actuar de forma que se minimice su efecto sobre los grupos sociales y actividades urbanas más vulnerables, construyendo así una ciudad con mayor capacidad de respuesta y resistencia (resiliencia urbana) frente a las principales amenazas identificadas (olas de calor, sequías, mayor probabilidad e intensidad de tormentas y pérdida de biodiversidad). El objetivo global podría enunciarse como: Reducir la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático mediante la aplicación de un plan de adapatación urbana.

Llamas ha indicado que el Ayuntamiento apostará por la renaturalización de la ciudad, «queremos apostar por mas verde en la ciudad que no solo significa la reducción de CO2, sino que significa embellecer la ciudad, abordar los solares de la ciudad y tiene que ver también con la gestión del agua.»

La creciente evidencia de los beneficios socio-económicos derivados de la integración de la naturaleza en la ciudad justifica que este enfoque se convierta en un factor crítico a considerar en el diseño y planificación urbana.

Las soluciones de adaptación frente al Cambio Climático basadas en la naturaleza constituyen una oportunidad de imaginar un Madrid en el que el verde y el azul toman protagonismo, generando un entorno más amable para las personas y más resistente frente a los impactos externos, una ciudad más cohesionada y resiliente.

Actuaciones clave en 2016

1. Plataformas de movilidad cero emisiones. En 2016 se seleccionarán y ejecutarán adecuaciones en espacios de titularidad municipal para instalar en ellos una infraestructura de recarga dirigida a vehículos eléctricos de flotas de transporte público (autobuses y taxis), operadores logísticos que operen una plataforma de distribución urbana de mercancías de última milla y operadores de servicios de coche eléctrico multiusuario (car-sharing). El acondicionamiento de los espacios seleccionados incluye la dotación de una infraestructura de recarga eléctrica y su adecuación específica en función de la tipología de usos contemplados. Una experiencia relacionada con esta actuación es el proyecto piloto que se desarrolla actualmente en el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi. El proyecto consiste en la utilización de un pequeño espacio de este complejo de edificios municipales como plataforma logística para la distribución urbana de mercancías con vehículos eléctricos.

2. Plan de intervención en Centros Deportivos Municipales: Implantación de medidas de eficiencia energética, de ahorro de agua y energías renovables. Los centros deportivos municipales constituyen la categoría de edificios de mayor consumo de agua y energía en el conjunto de instalaciones gestionadas directamente por el Ayuntamiento de Madrid. Además, presentan en muchos casos equipamientos obsoletos y sistemas inadecuados, con una ineficiencia energética elevada e importante pérdidas de agua. Son, por tanto, objetivo prioritario de las medidas de rehabilitación energética municipal. En 2016 se destinaran 1.100.000 € en obras de rehabilitación energética en instalaciones deportivas y estudio de viabilidad de implantación de energías renovables en edificios municipales.

3. Programa de aplicación de soluciones naturales en la ciudad y creación del centro de iniciativas Madrid + Natural. Este programa se concibe bajo una doble perspectiva: campañas de plantación a gran escala asociadas al Plan Estratégico de Zonas Verdes y Biodiversidad creando grandes zonas forestales que actúan como sumideros de carbono y regulación climática. La otra perspectiva abordará acciones especificas de intervención en edificios e infraestructuras («acupuntura urbana») a través de soluciones basadas en la naturaleza como cubiertas y fachadas vegetales, creación de microclimas, pavimentos permeables, acciones de revegetación en solares..etc. y en las que se contemplaran las nuevas formas de gobernanza y colaboración con otros agentes.

El proyecto de renaturalización urbana como estrategia de actuación frente al cambio climático puede adquirir una especial relevancia y visibilidad si se asocia con un centro de iniciativas que respalde los proyectos, contribuya a su difusión y potencie la replicación en la ciudadanía. La Casa de Vargas, edificio emblemático de la ciudad, reúne unas especiales características que la hacen idónea para este fin: su ubicación estratégica junto a los dos símbolos naturales de Madrid  (la Casa de Campo y el río Manzanares) y su accesibilidad a los ciudadanos y anexión al Vivero de Casa de Campo, potencial suministrador de recursos vegetales y zonas para el estudio e innovación de soluciones naturales aplicables a escala urbana.