Cambiarte de vivienda siempre es un tema tan estresante como emocionante y sí o sí requiere de grandes esfuerzos. No se trata de una tarea imposible, pero puede que te resulte muy agobiante. No te preocupes, que si te organizas las mudanzas nacionales se pueden llevar con relativa facilidad.
Como primera tarea, designa un espacio de tu actual vivienda en la que dejar todas las cajas y objetos que vayas preparando para la mudanza.
Haz una limpieza de lo que te llevarás y de lo que no. Si no sabes por dónde empezar, revisa los objetos que menos usas, los que tengas en un garaje o en un cuarto de trastos, aquellos que no has visto en mucho tiempo.
Como consejo: si no te ha hecho falta durante más de 6 meses o no te acordabas de su existencia, no es algo necesario para ti. Todo lo que no uses lo puedes vender y ganar un dinero extra. Las cosas que te quedes aprovecha de tenerlas en un inventario y sepáralas por fragilidad, te será muy útil al momento de embalar.
Aparta todo lo que uses en el día a día, para tener acceso mientras te mudas: los gadgets y sus cargadores, toallas y sábanas, medicinas, artículos básicos de cocina y productos de higiene y estética.
Hay gestiones que hacer en el caso de mudanzas nacionales. Contacta con tus proveedores de servicio y notifica sobre tu cambio de residencia. Al finalizar no olvides cambiar la dirección con tu banco.
Cuando tengas una fecha del día de la mudanza, avisa con tiempo en tu trabajo para pedir el día libre y así encargarte de todo lo que debes hacer.
Contrata una agencia especializada en mudanzas nacionales.
Este paso te ahorrará muchísimo trabajo para que te logres enfocar en los demás aspectos. Delegar será tu aliado. Además de ofrecerte el servicio del transporte, una empresa de este tipo también se encargará de embalar todo, lo que se convierte en un ahorro de energía enorme.
Compara empresas antes de tomar una decisión, a ver cuál agencia de mudanzas nacionales ofrece los servicios que mejor se adapten a lo que necesitas en ese momento.
Pide que te den presupuestos con los servicios que requieres: transporte de objetos demasiado grandes, el embalaje, desempaquetado u otra especificación. Los costos pueden cambiar dependiendo de lo que necesites, así que asegúrate de expresar lo que buscas para así tener un presupuesto acorde.
Al terminar la mudanza, verifica de nuevo el inventario que hiciste al inicio. Podrás ver si algo se te pasó por alto.
